COLOMBIA VIVE

‘Colombia Vive: 25 años de resistencia’, un documental para la memoria

El documental producido por el periodista Mauricio Gómez con el aval y el apoyo de la revista Semana y del Canal Caracol mostró desgarradores fragmentos de las heridas fibras de Colombia.

Con la certera dirección de Mauricio Gómez –el ex director del desaparecido Noticiero 24 horas de los años ochenta, y de otros periodistas como Carlos Julio Betancur– el documental Colombia Vive: 25 años de resistencia presentó varios de los momentos que han venido desangrando a Colombia en el último cuarto de siglo, pero cobra especial importancia en estos momentos de rabiosa actualidad.

Conmovedoras secuencias recuperadas retoman la angustia de Omaira Sánchez en la tragedia de Armero, un ‘Tirofijo’ diciendo con cinismo que las Farc nunca secuestrarían y precisamente, una de las partes que más indignación causaba era el funeral de Jacobo Arenas, jefe máximo de las Farc que como casi todos, mueren de viejos y nunca por la vía militar.

Los siete capítulos nos recordaron cuán frágiles somos como colectivo al seguir permitiendo que nos avasallen los mismos hechos, pero con protagonistas diferentes. La historia de Colombia puede tener episodios de seductora fantasía, de esos que nos hinchan el pecho de emociones, pero en términos generales es una historia de sangre, de desigualdades, de cobardías y de intolerancias.

La semana pasada tuve la oportunidad de conversar tranquilamente una tarde en el apartamento de Vladdo y, entre otras cosas (merece un post de domingo esa reunión) me contó cómo a los periodistas deSemana les habían hecho una premier del documental antes de salir al aire para el resto de colombianos y varios de ellos salieron “con el ojo agüado” al recordar tantos episodios funestos, ocurridos tan solo en los últimos 25 años. De igual forma, según supe, el 90% de las secuencias hacía parte del material inédito porque en su momento no salió por restricciones de tiempo o por la crudeza de las imágenes. Técnicamente, el reto implicó recuperar viejas máquinas de reproducción para rescatar cintas en formatos hoy obsoletos.

Eso de paso –y como fugaz coletilla política– nos recuerda que debemos pronunciarnos ante todas las formas de violencia y si bien este 4 de febrero vamos a marchar en contra de las Farc, tampoco se puede olvidar la violencia de los paramilitares. Hace pocas semanas Hernán Veloza, mejor conocido con el bucólico seudónimo de ‘HH’ y quien fuera jefe paramilitar del Bloque Bananero y del Bloque Calima (2001) reconoció que sólo en la región de Urabá ordenó asesinar a más de 1.500 personas entre 1995 y 1996.

Pero volviendo al tema del documental, lo importante de todo esto es que se hizo la aventura periodística, ‘se metió la mano al dril’ para financiar un proyecto periodístico cuando perfectamente esos recursos habrían servido para una semana de grabación de una de esas telenovelas de acento neutro que tanto se parecen a otros colombianos… que aquí no conocemos.

En términos de rating se rompió el mito de que un periodístico no podía ganarle a un seriado. Durante la emisión de este documental los colombianos, o muchos por lo menos, nos pegamos a las pantallas para hacerle un quite a los laberintos de la memoria y atar cabos con con el agobiante presente y el incierto futuro. Necesitamos más, muchos más de estos ejercicios para construir historia. Los medios son el instrumento que registra el presente y que luego serán pasado. Si tenemos una lectura crítica de los medios, la historia en el futuro será más fidedigna.

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