Cantidad vs Calidad “Los jóvenes leen cada vez menos”

Cantidad vs Calidad

“Los jóvenes leen cada vez menos”

Todos hemos escuchado esta frase más de una vez en nuestra vida, ya sea en nuestros hogares o en nuestros colegios. Es la típica problemática que cada año nuestras autoridades buscan solucionar. Y ante tales esfuerzos no cabe duda de que estamos en problemas, ¿verdad? Pero, ¿y si esto es falso?

Al menos los resultados no apoyan esta creencia. Según un estudio realizado por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IOP-PUCP) en el año 2015 se revela un dato importante, dentro de la población no lectora, esta se acentúa más en los adultos mayores de 44 años con un 31, 1%, mientras que en la población joven de 16 a 29 años, esta solo alcanza  el 15,6%. Teniendo en cuenta esta información, ¿por qué aún se dice que los jóvenes no leen? Fácil. No se manifiestan en ellos los beneficios que se le atribuyen a dicha actividad.

"Leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo"

Esta frase de Joseph Addison, ensayista, poeta y guionista inglés (1672 - 1719), ejemplifica perfectamente el objetivo de la lectura en nuestras vidas. Basta con una simple búsqueda en internet para encontrar dos beneficios de la lectura especialmente llamativos para el público: amplía el vocabulario y cambia la visión del mundo. De cumplirse estos beneficios tendríamos una juventud totalmente distinta a la actual y año tras año no se verían resultados tan deplorables en las pruebas nacionales. Entonces, ¿cuál es el origen de esta paradoja? Ojalá hubiera una respuesta concreta.

Debemos entender que la industria editorial, al igual que cualquier industria, tiene como fin primordial la producción de bienes o servicios que satisfacen las necesidades de la sociedad con la finalidad de conseguir un beneficio. Su objetivo principal no es educar a su público sino generar ventas y, con tal de lograrlo, no duda en sacrificar la calidad por la cantidad.

Lo que debemos entender es que los tiempos han cambiado y con ello la forma en la que la sociedad piensa y consume, esto obviamente ha afectado a la industria editorial. Fruto de estos cambios, se dio la creación de la tan famosa y prolífica literatura juvenil. Este es el género predilecto por la mayoría de lectores en la actualidad, muchos la suelen ver como una solución divertida y fresca. Pero, el problema con la literatura juvenil es que no siempre llega a ser de una "buena calidad", con esto nos referimos a que unas de sus características son el lenguaje sencillo y burdo y las tramas simples que no requieren de la atención, imaginación y reflexión del lector.

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