Caracteristicas socioambientales, problemática del TIPNIS y analisis de escenarios
70227981Documentos de Investigación27 de Septiembre de 2012
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CARACTERISTICAS SOCIOAMBIENTALES, PROBLEMÁTICA DEL TIPNIS y ANALISIS DE ESCENARIOS
El TIPNIS significa Territorio indígena y Parque Nacional Isiboro Secure, el nombre se deriva del extenso polígono de bosques y sabanas (más de un millón de hectáreas) ubicados entre la llanura beniana y las sierras subandinas de Cochabamba. Es una TCO y un Área protegida al mismo tiempo, dualidad derivada de la condición de TCO (Tierra comunitaria de origen) lograda después de la marcha indígena de 1990, que mantiene la categoría de Parque Nacional dada por el Estado el año 1965. Su gestión se adscribe tanto al SERNAP como a la Subcentral indígena del TIPNIS, en el marco de una gestión de responsabilidad compartida. La importancia del TIPNIS, tanto en sus valores culturales como ecológicos, adquiere mayor realce a partir de los postulados y principios de la nueva constitución Política del Estado Plurinacional.
Distribución de ecosistemas y riqueza biológica: Aspectos generales
La ubicación del TIPNIS es típicamente transicional a partir de un gradiente de varios pisos ecológicos, todos ellos, caracterizados por su alta sensibilidad ambiental. De hecho, la zona de mayor fragilidad ecológica corresponde a la zona de serranías subandinas, pero también la transición entre el subandino y la llanura aluvial, conformada por los contrafuertes pedemontanos (colinas y terrazas onduladas) presentan una elevada fragilidad ecosistémica. El gradiente ecológico del TIPNIS, implica al menos cuatro pisos ecológicos, desde las zonas de yungas pluviosos en las cimas de la Cordillera de Mosetenes, hasta la llanura aluvial baja del norte, sujeta a fuertes inundaciones estacionales.
Todo el TIPNIS, ingresa en el centro de megapluviosidad del Chipiriri-Chapare, la región más lluviosa de Bolivia, con extremos de precipitación que llegan a superar los 6.000 mm./año. Esta hiperpluviosidad tiene efectos decisivos en los regímenes y ritmos de inundación del río Mamoré y la llanura beniana adyacente aguas abajo. Los bosques de yungas-subandino y sus suelos forestales, funcionan como auténticas esponjas, reteniendo el agua sobreabundante y favoreciendo la regulación de cuencas. Considerando la importancia de la evapotranspiración, todos los bosques del área, incluyendo los del pie de monte y llanuras adyacentes, ofertan dicho servicio ambiental, siendo por excelencia bosques de protección. Este valor tiene adquiere aún mayor importancia, considerando los episodios pluviales extremos en los fenómenos Niño-Niña y los riesgos del cambio climático.
Bosques pluviales a húmedos, pedemontanos
Ubicados en los últimos faldíos de colinas y serranías bajas, a manera de una franja relativamente angosta, entre las serranías subandinas y la llanura aluvial, e inmersa en el núcleo de mega pluviosidad Chipiriri-Chapare, con niveles de pluviosidad que suelen sobrepasar los 3.000 mm. Estas tierras oscilan entre los 500 y 300 msnm. Las condiciones de fragilidad se extreman hacia la zona de colinas y ondulaciones más próximas al muro de serranías por efecto de las lluvias intensas y las pendientes. Es el tipo de región ecológica más impactada y de mayor vulnerabilidad en todo el sistema tropical preandino de Bolivia y América del Sur, debido sus condiciones óptimas para el cruce de las denominadas “carreteras marginales de la selva”, sin impedimentos de drenaje o topografía abrupta. Esto ha significado que una gran parte de esta ecoregión al pie de lo Andes, haya sido devastada por caminos y colonización, o esté en grave riesgo, como es precisamente la zona al oeste del río Ichoa en el interior del TIPNIS. Otras zonas en similar riesgo son la zona de Eva Eva al sur del Bosque Chimanes y Heath-El Tigre en el Norte de La Paz (PN.Madidi). Este tipo de ecoregión presenta una extraordinaria riqueza biológica, con una composición biológica diferente a la de las serranías y más rica en especies que la llanura aluvial. La vocación de esta región, es netamente de conservación, protección de cuencas y manejo forestal regulado, situación que nunca ha sido tomada en cuenta, al permitir el establecimiento de emprendimientos agropecuarios.
Bosques pluviales de la llanura (ríos Chipiriri-Chapare)
Concentrado en la zona del trópico de Cochabamba y zonas adyacentes del Beni (TIPNIS), se distribuye al norte de la faja pedemontana ocupando parte del núcleo de mega pluviosidad Chipiriri-Chapare, con precipitaciones excepcionalmente altas que pueden superar los 4.000 mm./año. Hasta inicios de los años 90 se caracterizó por su extraordinaria biodiversidad y la presencia de bosques altos. A pesar de las limitaciones ocasionadas por la elevada pluviosidad, la región tiene una fuerte ocupación por la colonización y una elevada devastación y modificación de los ecosistemas por el cultivo de coca a gran escala. Se puede estimar que las pérdidas de biodiversidad fueron desastrosas. Se consideran ecosistemas de elevada fragilidad por la condición muy ácida y de fácil lixiviación de los suelos, siendo su vocación agropecuaria muy limitada, con aptitudes para el manejo forestal, la conservación y la prestación de servicios ambientales, aspectos que nunca fueron tomados en cuenta.
Bosques húmedos de la llanura aluvial
Son las extensas planicies con escaso gradiente altitudinal al norte del TIPNIS, por tanto están sujetas a fuertes inundaciones estacionales. En términos generales constituyen complejos mosaicos de diversos tipos de ecosistemas boscosos (bosques de altura bien drenados, bosques de inundación, bosques pantanosos, bosques ribereños), principalmente determinados por gradientes de drenaje de los suelos y ausencia-duración de la inundación. Tienen amplias zonas de contacto con las sabanas naturales del Beni Central y Sur. Las partes más elevadas o “alturas”, sin inundación, corresponden a bosques altos (30-50 metros) de importante riqueza biológica. Las dinámicas de divagación de los ríos, son particularmente importantes en la historia de la organización ecológica de estas regiones.
Población y diversidad de actores sociales.-
La población del TIPNIS es eminentemente indígena, distribuida en los grupos Mojeño-Ignaciano, Yuracaré y Chimane (Diez Astete y Murillo, 1998), con claras evidencias de una ocupación ancestral de varios siglos. El proceso de consolidación del territorio proviene de los años 80, culminando con la declaración de TCO. En el Área existen aproximadamente unas 43 comunidades, aunque se hace referencia a 64, posiblemente diferenciando asentamientos dispersos familiares extendidos, que suelen ser parte de comunidades establecidas. En cualquier caso, se está hablando de más de 400 familias que agrupan cerca de 3.000 habitantes indígenas; siendo el grupo mojeño-ignaciano el más importante (70 % aprox.). La zona de colonización dentro del TIPNIS se concentra en el extremo sudeste del área, con más de 1.000 familias de colonos en unos 80 asentamientos o colonias. En la zona de influencia más inmediata del área, hacia el extremo sudeste, se extiende el amplio sector de la colonización Isinota-Villa Tunari, que es ya parte del Chapare, con más 15.000 habitantes. Una línea roja (línea limítrofe que pretende detener el avance de la colonización) fue acordada y redefinida en varias oportunidades e incluso llegó a contar con un Decreto supremo (22610), sin embargo fue reiteradamente vulnerada por el avance de la colonización. Todos lo colonos de la región del TIPNIS se agrupan en seis centrales que forman parte de la Federación del Trópico de Cochabamba.
El proceso de expansión de la colonización al interior del área proviene de inicios de los años 80, y principalmente en función a los repuntes extraordinarios del mercado de la coca en dichos años. La población colona es relativamente reciente, a diferencia de otras regiones de colonización (Alto Beni, Yapacaní) no existen colonos asentados por tiempos mayores a 30 años. La zona de colonización en el Sudeste del área, ha mantenido la tendencia a crecer o expandirse a partir de la afluencia de nuevos colonos, desde zonas más densamente pobladas del Chapare y con “crisis de barbecho” o desde zonas con mayor interdicción del cultivo de coca. La colonización se extiende al pie de monte, aproximándose al río Ichoa en el Oeste y afectando parte de las nacientes de los ríos Corizota, Yamiyota Lojojota.
Comunidades indígenas y ocupación del espacio
Las zonas de producción indígena se distribuyen en el área principalmente en los entornos de influencia de los ríos principales y afluentes navegables (Secure, Isiboro, Ichoa, Plantota, Chimimita, Chajmota), tanto en sus espacios agrícolas como sus zonas de caza, pesca y recolección. Se puede decir que los pobladores indígenas del área son especialmente “ribereños” y están fuertemente ligados a los ríos para su movilidad y obtención de recursos básicos.
El proceso de ocupación de la región Isiboro-Secure se remonta a períodos pre-jesuíticos con la presencia de parcialidades del grupo étnico mojeño (Mariquionos, Jubiranas) de acuerdo a crónicas (Lehm, 1999). Posteriormente se produjo el proceso misional de reducción, que prácticamente habría vaciado las zonas de bosques interiores. Sin embargo a pesar de ello, en dicha época, se producían frecuentes huidas de grupos indígenas a los bosques pedemontanos, huidas que eran fuertemente combatidas por los misioneros. Después de la expulsión de los jesuitas se acrecentaron las fugas desde las debilitadas reducciones, principalmente a raíz de los frecuentes procesos de explotación e incursiones esclavistas. Ya en la época republicana se produjeron fuertes
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