Causas en aristoteles

Como hemos visto para Aristóteles el objeto de la física es conocer los principios, elementos y causas de la naturaleza, no sin antes advertir que este conjunto de, por llamarlo de alguna manera, características, debería ser finito en cuanto a número y es en el tercer apartado del libro II de la física en donde establece el número de causas primeras y las divide en cuatro:

Causa material, causa final, causa eficiente y causa final.

“La causa material es aquel constitutivo interno de lo que está hecho”, (Aristóteles, Física, Libro II – P. 131) la causa formal por el contrario, es la forma o el modelo que recibe la materia, su esencia como tal; la causa eficiente es quien vendría a realizar el cambio produciendo el movimiento, ¿quién lo ha creado? Y la causa final responde a la pregunta de, ¿para qué ha sido creado, con qué fin ha sido realizado?

Por ejemplo hace algunos años se hizo popular las pulseras Power Balance, un objeto que le brindaba a quien la usaba mayor equilibrio, flexibilidad, fortaleza y bienestar general; la causa material era que la pulsera se constituía de plástico, su causa formal, es decir, su forma evidentemente era la de una pulsera.

Tanto la causa material como la formal son representadas en “potencia”, es decir, el plástico es potencia de la pulsera, porque posee la capacidad de asumir una forma.

La causa eficiente es la empresa creadora del objeto que recibe el mismo nombre de Power Balance y su causa final, repito, es la de brindarle a su portador mejoras motrices; equilibrio, flexibilidad, fortaleza y bienestar.

“El acto” sería la causa eficiente y su causa final, porque representa la realización o perfección en cuanto la materia y su forma.

Es así entonces como Aristóteles plantea el movimiento conceptualmente y con ello le da solución al interrogante de las causas primeras

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