Colombia Estado Social de Derecho

ENSAYO

Colombia Estado Social de Derecho

Se dice que un estado social de derecho es aquel que está fundado en el respeto y dignidad humana y en el que prevalece el interés general sobre el particular, ofreciendo a los ciudadanos un reconocimiento de sus derechos y garantías sociales.

Partiendo del anterior enunciado; ¿podemos decir que Colombia cumple con dichas condiciones para declararse un estado social de derecho?

Pues los postulados son varios y particularmente este documento lo analizará desde el ámbito económico que representa la distribución de los recursos para satisfacer las diferentes necesidades, desde el entorno familiar, público y privado, dicha distribución es fundamental para garantizar el bienestar socioeconómico de un país.

Colombia es un país neoliberal; entendido esto como un sistema económico basado en “tratar de reducir el aparato estatal, de privatizar las empresas sociales del estado, y de establecer la apertura económica en todos los frentes.” (Angulo Bossa, 2001, pág. 84), se caracteriza además por la implementación de políticas monetarias y fiscales restrictivas e inversión particular, también por la ausencia de regulaciones jurídicas y mecanismos de control o intervención del estado, generando una percepción de que al gobierno no le importan las crisis y la concepción de que los individuos pueden sobrevivir a la escasez sumado al continuo crecimiento de la población repercutiendo en la reducción de recursos disponibles para la cobertura de necesidades básicas.

Sin embargo, este sistema no trajo consigo la prosperidad que había prometido, a pesar de una implementación de más de tres décadas en Colombia y en otros países ya desarrollados y algunos otros que no lo son, pues es un modelo que no resulta benéfico para todos los países, teniendo en cuenta que en muchos ha generado importantes crisis por adoptar parámetros dictados por el Fondo Internacional Monetario, no acertados, sumado a que limita la inversión para gastos sociales.

A pesar de este modelo adoptado en 1991 en Colombia, en pro de la defensa de la producción basada en la propiedad privada, en donde se definieron mercados competitivos y la fijación de precios a partir de la oferta y la demanda, en él que la intervención del estado fuera mínima.

Muy a pesar de las mejores intenciones de los gobiernos y empresarios, cabe resaltar que ningún sistema económico puede ofrecer la perfección, ni será la puerta a un rotundo éxito económico, pues el intervencionismo puede llevar a un desequilibrio económico, teniendo en cuenta que el capital privado permite el

desarrollo, y esta corriente ha llevado a algunos países al extremo, en el que, para proteger sus políticas, se convierten en fascistas, que se desmiden con sus opositores y pasan por encima, sin importar el medio y las consecuencias, poniendo en riesgo el crecimiento, el fomento de empleo, la institucionalidad. Mientras que el neoliberalismo ya puesto en práctica, no ha gestado la prosperidad que prometió, demostrando así, que el consumismo tampoco genera los resultados favorables que proyectan los empresarios más prósperos, a quien les resulta muy conveniente este llamado “comercio salvaje”.

Colombia, además de ser un Estado neoliberal, cuenta con una economía emergente, con intenciones de desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, a pesar de los múltiples problemas en el país, como el daño agrícola, por uso de pesticidas, los altos precios del petróleo y sus derivados, la corrupción, desigualdad, entre otros, situaciones comunes dentro de las diferentes naciones sobre todo las que se encuentran en vía de desarrollo, a pesar de todo ello, Colombia se arma con expectativas y esperanzas de un mejoramiento y una solución a las problemáticas en un futuro no muy lejano.

La actividad económica principal de Colombia es la agricultura, esto gracias a la riqueza de sus suelos, con una importante producción de café, maíz, papa, caña de azúcar y cacao. La industria textil también juega un papel muy importante en la economía del país, seguido del sector servicios por concepto del turismo que se encuentra en auge.

Este país ostenta el privilegiado segundo puesto en biodiversidad, después de Brasil, esto gracias a que cuenta con variedad de especies, ecosistemas, sin restar importancia a las variadas manifestaciones de vida como los microrganismos, las culturas, costumbres, dialectos, y demás aspectos que interfieren de manera directa o indirecta dentro del desarrollo económico de la nación.

Lamentablemente también se caracteriza por ser uno de los países más desiguales del mundo, pues las barreras y falta de oportunidades continúan siendo latentes en grupos puntuales que consideran la etnia, el género, la ubicación geográfica, lo que limita la erradicación de pobreza y la inclusión.

Sin embargo, los gobiernos más recientes, han implementado nuevas tendencias proteccionistas de sectores vulnerables, promoviendo acciones tendientes a regular medidas que protejan personas y entidades que fomenten el empleo, creación de estructuras públicas y fomentar la participación social en asuntos de política económica publica de manera diversa, aspectos necesarios para lograr una economía resiliente, empática con las minorías y hasta con el medio ambiente, economía que aumente la productividad y la generación de empleos por medio de implementaciones sostenibles y competitivas que promuevan el bien común y el bienestar social y ambiental.

Colombia debe encontrar un sano equilibrio entre estas dos corrientes, ya que existen sectores del país que están sufriendo por la desigualdad y la realidad económica del país, a pesar de la inversión de capital privado.

Colombia es un Estado Social de Derecho según el artículo 1 de la Constitución, por tanto, no es un Estado legal de Derecho. Si así fuera no existiría un sistema jurídico sometido a la supremacía constitucional sino vinculado a la soberanía del legislador en la expedición de la ley, que somete el ejercicio del poder público. Esto quiere decir que el control del respeto de la supremacía constitucional es una pieza fundamental en la existencia y correcto funcionamiento del Estado Colombiano. (Alcaldia de Bogotá, 2016).

En conclusión, se podría determinar que la falta de control estatal en la economía colombiana, enmarca en un modelo neoliberal que conecta directamente con la violación del Derecho Internacional Público, el Derecho Internacional Humanitario y por consiguiente con la Constitución colombiana, violaciones con graves consecuencias socioeconómicas por una la omisión consecuente o involuntaria del control estatal.

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