Convocatoria a rey de la primavera

La autoestima esa palabra que en si enmaraña un sinnúmero de sentimientos… buenos para unos y malos para otros… más la falta de estima…es el recoveco que todos padecemos al escuchar una mala critica a nuestra persona. El espejo… es ahí precisamente ahí donde somos los primeros en armar un juicio en nuestra figura, vuelvo a repetir… el nombre del patíbulo…el espejo…aquí es donde empezamos a ser jueces y verdugos de nuestra persona, somos los primeros en atacarnos fieramente, poniéndonos la marca de ese famoso traje llamado… falta de estima… empieza ahí ese pensamiento que nos taladra el cerebro y que nos va minando poco a poco como la gota que devasta la roca… gota a gota…cae… y la gasta, de igual manera la falta de estima, va minando nuestra conciencia, nuestra mente, es entonces cuando no nos sentimos bien con nosotros, y es de la misma manera que la mente juega con nosotros en un concierto delirante, obscuro, solitario, sordo… como cuando el viento mueve las hojas y las hace donde él quiere…las juega y las tira al suelo fangoso donde se pierden en el tiempo… de la misma manera la mente nos dice que estamos mal, gordos, flacos, bajos de estatura, morenos, feos…la mente esa poderosa arma que tenemos, a veces buena con nosotros haciéndonos felices, y a veces mala pegándonos malamente en la estima… la mente esa que podemos dominar y a veces no queremos hacerlo…dejándonos llevar a la depresión como cuando el rio se lleva restos de los que no sirve…

Pero…que decimos de los que se burlan de nosotros y nos critican, pregunto quiénes son ellos para criticarnos de esa mala manera, acaso ellos no tienen malos actos, o es que son la perfección andante, esos no son dioses, para creer ciegamente en sus decires… no son sino otros seres carentes de amor, carentes de sentido humano, ese sentimiento que se ha perdido como la mariposa pierde su crisálida…hay que comprender a los que nos critican y burlan de nosotros, amarlos porque sin ellos no seriamos sino otros seres sin sentido, la locura de aceptarnos como somos es lo que se llamaría amor propio, ese amor propio que todos tenemos y que no sabemos apreciar…cuantos individuos viven y despiertan en sus pequeñas pesadillas sin antes fijarse que tienen amor para dar, la consigna es, donde dice que debemos ser unos seres perfectos, donde dice que debe amanecer cuando cantan las aves, acaso ellos, esos que nos critican, y nos desprecian por no ser sus pares son la perfección…nooooo… al criticar de esa mala manera se vuelven viles, ruines, tiranos, pues critican lo que ellos creen que tú eres, solo eso que ven en nosotros, ellos lo son por dentro , pero de una manera u otra nos siembran esa mala semilla de donde crece esa mala hierba que se llama falta de estima, falta de quererme…arranquemos esa mala hierba y sembremos la semilla de el amor por mí mismo, amor por todo ser vivo, sembremos la paz y la cordialidad, pues solo acciones buenas nos llevaran a buen camino, a ese camino de amistad e igualdad, solo entonces.. de esta manera nos sentiremos bien y felices… cambiando nuestros sentir por un buen sentir, dando como resultado ser feliz…una perfecta armonía entre pensamiento y sentimiento que se redimirá en lo mejor de cada uno de nosotros, transformándose en un quererme y amarme…

A veces, la mente nos convierte en el daguerrotipo de lo que en verdad somos, esa dicotomía, entre que aceptamos las malas críticas, sin antes aceptar lo bueno en nosotros, convirtiéndose en esa falta de estima…que lastima nuestro sentimiento y desagarra nuestro ser…eso es que lo vemos a la luz de las criticas malas que recibimos y que no podemos sostener, debemos aceptarnos como somos y vivir con lo que somos pues una sonrisa…no importa de la persona que venga… una sonrisa abre las puertas de cualquier alma…

Vamos, que cambie las formas de pensar, que sigan las aves cantando, que los ríos suenen,

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