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Critica a ley de Acoso Laboral


Enviado por   •  13 de Junio de 2017  •  Ensayos  •  2.197 Palabras (9 Páginas)  •  269 Visitas

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Nombre 1

ALBERTO ELÍAS GÓMEZ PALACIO

Nombre 2

JOSE DAVID MARÍN MOSCOTE

Factores a evaluar

  • Aplicación de los conceptos trabajados en clase.
  • Orden en la presentación del parcial.
  • Claridad en las respuestas.

  1. Las siguientes son las 3 críticas que se le realizan a la definición sobre MOBBING que trae la Ley 1010 de 2006 sobre Acoso Laboral (1.5):

Crítica 1

Crítica 2

Crítica 3

Porque para que sea persistente el acoso por parte del sujeto activo sobre el sujeto pasivo, debe ser al menos una vez por semana durante seis meses (24 veces en promedio), en algunos casos se presenta acoso permanente pero no con esta frecuencia precisamente. Por otra parte, también se critica esta ley porque dice que debe ser demostrable, y resulta muy complejo en muchos casos recolectar la evidencia del mobbing.

La segunda crítica tiene que ver con que solo se tiene en cuenta el acoso en los contratos laborales, esto quedó muy claro en la Sentencia C-960-07 de 14 de noviembre de 2007 donde textualmente expresa “Exclusión de protección en las relaciones civiles y comerciales derivadas de los contratos de prestación de servicios en los cuales no se presenta una relación de jerarquía o subordinación”. Los contratos por prestación de servicio también pueden ser sujeto de mobbing.

Esta última crítica resulta por la dificultad para demostrar la intención del killer.

El acoso puede que no se encuentre encaminado a ninguno de los fines mencionados, entonces ¿no se constituye como acoso? Hay casos de acoso como por ejemplo el sexual donde la motivación es personal y no se adecuará a los fines que trata la ley.

  1. ¿Cuál es la crítica que subyace al siguiente planteamiento de Blanch: “Y también a veces se tiende a individualizar la fuente de la experiencia de sobrecarga: ‘debo aprender a gestionar mejor mi tiempo…mi estrés, mi dolor de espalda…etc.’. A partir de esta definición de la naturaleza del problema, la persona se apunta a talleres de gestión del tiempo y del estrés, a tratamientos de inoculación de estrés, de acupuntura o de masajes tailandeses.” Pág 43 Texto “El capitalismo informacional como riesgo psicosocial”? (0,5)

Continuamente, los trabajadores son expuestos a una gran sobrecarga laboral generando agravios mentales y en general, problemas de salud. Lo cual proviene de una demanda excesiva laboral o bien, es un carácter natural propio del trabajo; según los mismos trabajadores. La crítica más trascendental en el anterior planteamiento de Blanch es la consideración de la sobrecarga de trabajo como una fuente natural, a tal punto de ignorar las reales causas. El agotamiento y cansancio procedentes de dicha situación, se está atribuyendo de forma irracional a factores como la edad, procesos naturales del ser humano e incluso la gestión de su tiempo. De tal modo, que las personas se abstienen de suplir sus necesidades básicas, compartir con su círculo de personas más cercanas o disfrutar momentos de ocio; provocando efectos nocivos sobre la capacidad física y mental, accidentes de trabajo e incluso la muerte.

La sobrecarga laboral entonces, se debe en gran medida a la competitividad, globalización, búsqueda de mejores condiciones de vida y a la acumulación de bienes materiales; característico del sistema capitalista actual.

  1. ACOSO PSICOLÓGICO O MORAL EN EL TRABAJO (3.0)

*El caso ha sido adaptado y los nombres reservados.

El caso se desarrolla en un ingenio procesador de harina del Valle del Cauca (Colombia). El nuevo presidente de la Compañía le plantea el reto al Gerente de Producción de realizar un evento al que asistirían el Gobernador y el Alcalde, y en el que todo debía parecer impecable, desde la organización del espacio, hasta la exposición. Una vez iniciado el evento, el Presidente no solo no presta atención a la presentación del gerente, sino que una vez finalizado, “pasa revista” según sus propios términos, y le llama la atención públicamente porque, según él, la organización del evento era un desastre.

El Gerente de producción, miembro del ingenio desde hacía 19 años y quien gozaba de una excelente reputación entre todos los trabajadores y demás gerentes por su conocimiento y capacidad, recibió este llamado de atención como un acto injusto e inexplicable.

Pasado un mes, el gerente comenzó a ser invitado a las reuniones en las que un equipo de “Gestión Humana” (las comillas son una ironía) recién conformado por el Presidente, y en cabeza de una psicóloga de la empresa, sometían a juicio a la persona de turno, es decir, a cualquier trabajador o trabajadora a la que consideraban debían llamarle la atención. El gerente describe este espacio como un dispositivo interno para el avergonzamiento, la humillación y la destrucción humana. Su temor era que en cualquier momento podía ser él mismo llevado al banquillo.

A los pocos meses de estar asistiendo a este espacio llega el reclamo de un cliente insatisfecho del cual es culpado el gerente lo cual da pie a que sea invitado al grupo en cuestión y sometido a juicio. El procedimiento es calculado, arriba el presidente, abajo el procesado y 30 observadores. Estas reuniones parecían tener un libreto premeditado, escrito por la psicóloga y con el que entrenaba al Presidente.

A los 8 meses comenzó a sentir cada vez que iba a trabajar, terror y pánico que según el DRAE[1] significa miedo grande o temor muy intenso, y a preguntarse por qué una de las personas que había idealizado como modelo, al parecer, pretendía destruirlo. Ya no dormía, se sentía deprimido, bajó su autoestima pues ya no confiaba en nada de lo que hacía: “No soy quien creía ser” se repetía permanentemente.

Como medida de protección solicita traslado a la planta de Palmira, el cual le es concedido por unos cuantos meses, durante los cuales no tuvo que regresar a consulta psiquiátrica.

El gerente y otras personas sometidas a esta presión, comienzan a presentar crisis nerviosas e incapacitantes que solían atribuirse al estrés laboral propio de las organizaciones de este tiempo. Finalmente, la víctima tuvo dos hospitalizaciones, 40% de pérdida de su capacidad laboral y debe tomar 15 tabletas diarias de ansiolíticos y antidepresivos. Durante una de sus hospitalizaciones, la cual tardó 25 días (más que una cirugía de corazón abierto), ninguna persona de la organización preguntó por él. La indiferencia absoluta fue la orden de la Presidencia y hacía parte del proceso de destrucción del yo institucional[2]

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