Cuento “mi sociedad ideal”

Cuento “mi sociedad ideal”  

La sociedad ideal que quiero sin duda es una sociedad democrática, justa, equitativa e incluyente, por lo cual debemos comprender que para una sociedad con esos atributos se construya depende nuestra participación consistente y decisiva esto es preparándose conociendo aspectos fundamentales de nuestras organizaciones políticas y sociales, desarrollar competencias ciudadanas que nos permita participación en escenarios donde se fortalezca a plenitud nuestro desarrollo personal.

Cada sociedad es el reflejo de la participación de sus miembros por esta razón las competencias ciudadanas tienen como finalidad que cada uno de nosotros como personas que conformamos una sociedad, seamos capaces de convivir pacífica y constructivamente con los otros, de usar los mecanismos democráticos para que nuestros intereses y necesidades sean escuchados y considerados para que de manera participemos en las decisiones que nos afectan para cambiar lo que consideramos injusto y por último que promovamos el respeto y la valoración de las diferencias.

Por otra parte, en mi sociedad ideal, no habría una religión oficial, todos los credos habitarían y se practicaría con equidad y respeto. En esta sociedad habría mucha libertad. Los políticos, serian de verdad, se preocuparían por el bienestar de toda la sociedad y las autoridades realizaran su trabajo sin corrupción.

la sociedad ideal sería aquella en la que todas las personas que en ella viven lo hicieran en igualdad, es decir, sin distinciones de raza, sexo o cultura. En ella, además habría una democracia que sería la encargada de llegar, de una manera más fácil y rápida, a encontrar la felicidad que tanto anhelan los seres humanos, serían libres, respetuosos y responsables. En esta sociedad no existiría la propiedad es decir, nada es de nadie pero todo es de todos.

Además, en mi sociedad no existiría la violencia física, verbal ni tampoco psíquica. Todas las personas gozarían de los derechos mínimos que les corresponden por el hecho de ser seres humanos.

No existiría tampoco la pobreza o la desnutrición en los países menos desarrollados ya que todos seríamos iguales. No habría tampoco guerras.

Todas las culturas serían respetadas como si fueran la nuestra.

En definitiva, que las personas que vivieran en mi mundo ideal, consiguieran encontrar lo más rápido posible la felicidad para poder disfrutar al máximo de ella, la felicidad se alcanzaría cuando logremos que los otros sean felices antes que nosotros mismos. Lo valioso de un ser humano, no serían las cosas materiales, el rico sería aquel que lograra que los que viven a su alrededor sean felices  

En otro lado;

 Sobre el medio ambiente se inculcaría a la sociedad a plantar árboles, a no desperdiciar agua y a no tirar basura en la calle. Con respecto al entorno social se garantizaría que no hubiera personas con maldad, personas con adiciones y que no hubiera personas desaparecidas.

 Como conclusión la sociedad ideal deberá regirse más que nada por una educación de calidad, aceptación y apertura a nuevas ideas, donde se lleve a cabo de forma un tanto abierta una economía justa donde no haya un gobierno como tal, por el contrario que sea un consejo donde se trate de llevar por buen rumbo a la economía y la política de la nación, donde se evitará los conflictos y la guerra manejando todos los asuntos de manera diplomática y justa para ambas naciones.  

Una sociedad libre de ir y venir como sea de su agrado con la firme consciencia de buscar el bien común y de ser libre mientras no interfiera en la libertad de otras personas, donde reine la igualdad y la justicia, donde se admita la libre expresión y se permita la igualdad de cargos y de trabajos.

 CUENTO

La calma reinaba en la ciudad. Llegando la hora del descanso sus habitantes se reunían para compartir sus vivencias de la jornada. Todos gozaban de un espacio ameno, limpio y confortable para cerrar sus actividades. 

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