Cuentos De Wise

UN CUENTO: LA LEYENDA DE ENRIQUE BLANCO

De la narrativa popular dominicana llevada al cuento,

una adaptación para niños de Wiese.

Hacen ya muchos, pero muchos años, en la mitad de una isla del Caribe llamada República Dominicana, sucedió lo que voy a contaros. Es la historia de un personaje real llamado Enrique Blanco. Esta historia ha sido escuchada por muchas generaciones de niños dominicanos, transmitida de la boca de sus padres o abuelos sentados en el conuco.

¿Sabéis lo que es un conuco? Es un pedazo de terreno donde la familia campesina dominicana cultiva legumbres y verduras para su alimentación y lo que sobra, venderlo en los mercados de la localidad. Allí se celebran juntas o fiestas religiosas, y en las oscuras noches donde solo se ven volar las luciérnagas o las estrellas en el cielo, la madre atiza las cenizas del fogón, que es una cocina hecha con tres piedras en el suelo, mientras prepara el delicioso té de jengibre, que es una raíz oriental que pica mucho pero que calienta en las noches de frío, y que todos esperan para comenzar a contar historias.

Por tanto esta es una historia que huele a especias, a café molido en pilón* que es un gran mortero alargado hecho del corazón de una palmera, huele a la pipa del tabaco que los campesinos llaman cachimbo, a algarrobo* que es un árbol que de noche huele muy mal, a cigarro liado de la propia hoja del tabaco al que llaman pachuché. Y a niños atentos escuchando con respeto los hechos que hoy voy a narraros. No quiero que os asusteis pero la historia es muy fuerte, a veces hasta os dará un poco de miedo…

Hubo un joven militar alto, de piel tostada y pelo rizado, de baja graduación, o sea, de rango muy bajo, tal vez Cabo, llamado Enrique Blanco. Servía al ejército de su país en tiempos de mucha injusticia y pobreza, en tiempos en que el malvado Teniente Trujillo era el jefe del ejército. Más adelante, Trujillo se convertiría en un dictador que dominaría al país por más de 30 años, asesinando y matando a todo aquel que osara oponérsele. ¿Sabéis lo que es un dictador? Pues es un gobernante cruel y sanguinario. Y eso era Trujillo.

Enrique Blanco no soportó estar bajo las órdenes de un hombre tan malo, que robaba, mataba y torturaba a la gente, y decidió desertar de las filas militares. O sea, que se escapó del cuartel y se fue a las montañas. A partir de ese momento, se convirtió en un perseguido por las tropas de Trujillo, por los mismos que antes habían sido sus compañeros.

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