DESARROLLO ECONÓMICO Y VIOLENCIA, PRINCIPALES ENEMIGO DE SU BIODIVERSIDAD COLOMBIANA
Jesus Martinex TrEnsayo17 de Septiembre de 2019
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DESARROLLO ECONÓMICO Y VIOLENCIA, PRINCIPALES ENEMIGO DE SU BIODIVERSIDAD COLOMBIANA
Para hablar sobre la globalización y sus efectos sobre el medio ambiente, primero se hace necesario explicar a detalle este concepto. La globalización es un resultado de la evolución del capitalismo a nivel mundial, siendo este el principal motivo de conexión de los países alrededor del mundo. El crecimiento comercial y los avances tecnológicos, hacen necesaria e inevitable el hecho de que el mundo esté interconectado, de los factores más importantes para el desarrollo de la globalización encontramos es la expansión de las telecomunicaciones (internet) pues funciona como medio para establecer el intercambio de todo tipo de información y cultura en todo el globo terráqueo, también tenemos lo que es la economía internacional que impulsa los mercados de los países al crecimiento (a veces incontrolable), todo esto tiene una razón de ser y es el aumento de la población mundial que cada vez aumenta su demanda de alimentos y utensilios para la vivencia diaria, todo esto siendo una serie de hechos que terminan provocando que el ser humano sobre explote los recursos que el planeta brinda, afectando no solo su entorno, si no también todo el complejo ecosistema terrestre, y por tal razón termina en una cadena de hechos que lo afectan a sí mismo.
Y es aquí donde entra nuestro punto de análisis, como la globalización ha afectado al medio ambiente, para analizar esto tomaremos como ejemplo nuestro País Colombia, como sabemos, el terreno Colombiano cuenta con una biodiversidad compleja, la cual lo lleva a ocupar el puesto 12 entre las naciones con mega diversas del plantea, cuenta con más de mil especies de aves y también alberga 4 mil especies de orquídeas, esto último equivale a un 34% de las especies que crecen en el continente americano, y lo principal son los diversos ecosistemas presentes en la nación, que van desde la extensa selva tropical del amazonas, los llanos orientales, los páramos presentes en las altas montañas de la cordillera de los andes, entre otros.
Toda esta riqueza en muchos casos, se ve afectada por diversos factores que son provocados por muchas razones de todo tipo, entre las cuales tenemos la tala masiva de árboles en los bosques del país, Actualmente se deforestan aproximadamente 300.000 hectáreas de bosque al año, lo que equivale al departamento de Risaralda. La cual es tan rápida, que no permite una recuperación equitativa del ecosistema, lo cual provoca una disminución considerable en cobertura de bosques Colombianos, En ese escenario, la deforestación alcanzaría un 27 % y afectaría a grandes áreas de la región amazónica y el Orinoco. También tenemos la fragmentación de zonas de habitad de especies de animales y plantas, las cuales debido al desarrollo de ciudades o asentamientos humanos y la expansión de fronteras agrícolas necesarias para el cubrir la demanda del mercado, son destruidos. En la medida en que la producción de estos mismos se va a intentar expandir. Utilizando así mayor parte de ecosistemas, que deben ser preservados y libres de cualquier tipo de explotación, de la mano de esto se encuentra que muchos de los alimentos que escasea, y que también hacen falta en su dieta cotidiana. Esto trae como consecuencia que las especies se vean obligadas en algunos casos a migrar a otras zonas desconocidas y puede que también peligrosas para ellas, lo que traen un riesgo de disminución del número de la especie, y en muchos casos presentados, la extinción de la misma, esto se ve en las cuencas del caribe y del Magdalena en donde cerca de un 85% de las especies de tortugas, muestra su número considerablemente reducido. Otro factor, entre muchos otros, es el del tráfico irresponsable de animales exóticos el cual es un problema que siempre estuvo presente a lo largo de la historia, pero que ahora se ha trasformado y desarrollado de tal manera, que se ha convertido en un negocio que mueve millones y deteriora drásticamente las especies.
Partiendo de estos datos, analizamos como la globalización y el desarrollo de los mercados afecta la biodiversidad. Una muestra de esto es la reducción drásticamente de la base alimentaria. La cual a pesar de que se conocen más de 20.000 plantas comestibles, 3.000 de las cuales han sido utilizadas a lo largo de la historia, el mundo civilizado basa su alimentación principalmente en no más de 30 plantas y 3 de ellas (maíz, arroz y trigo) representan el 90% de los cereales cultivados. El riesgo es evidente: una sequía global o una plaga en las plantas puede ocasionar una drástica reducción de la oferta alimentaria de cereales en todo el mundo, generando una hambruna con consecuencias catastróficas. Aumentar la diversidad de especies, de la cual se alimentan las comunidades humanas, es un seguro de vida contra las catástrofes naturales. Ya mencionadas las causas y factores principales, aclaramos otras causar de esta degradación. Entre estas tenemos los cultivos ilícitos, los proyectos de infraestructura, la minería, la extracción de madera legal e ilegal y los incendios forestales.
Pero entre todas estas la ganadería es la que ha tenido un mayor impacto en el cambio de la cobertura del suelo. En tan solo cincuenta años Colombia pasó de tener 14,6 millones a 39 millones de hectáreas dedicadas a esta actividad. La deforestación acelera la pérdida de la biodiversidad, afecta el ciclo del agua, erosiona los suelos, degrada los bosques y además contribuye el cambio climático. En América Latina la principal causa de emisiones de gases efecto invernadero es la deforestación.
De esta manera ya tenemos claro, que el principal enemigo de la biodiversidad en el mundo y no solo en Colombia, sea el desarrollo económico, Como aspecto relevante, se destaca que gran parte de la biodiversidad de Colombia se encuentra en territorios colectivos indígenas, que representan el 27 % del total del país. Estos asentamientos que toman como deber propio la protección y cuidado del medio ambiente donde, son los principales testigos de la barbarie que sacude la naturaleza colombiana, un caso de esto es la Sierra nevada de santa marta y sus habitantes. Para los indígenas que la habitan es el centro del universo. Razón tendrán porque la sierra nevada de santa marta está considerada hoy día como el ecosistema con la mayor concentración de mamíferos, aves, peces y anfibios amenazados en el mundo. Ella sola reúne todo el continente: de las nieves perpetuas a los arrecifes coralinos. La atraviesan 35 ríos, alberga más de 380 lagunas y hasta hace poco ostentó una de las mayores ofertas hídricas del planeta. Los indígenas de la sierra son unos sobrevivientes y en cierto modo se han convertido en una especie de últimos mohicanos de casi todas las guerras que se han librado en Colombia, Los koguis, los arhuacos, los wiwas y los kankuamos fueron de los pocos grupos étnicos que se salvaron de la extinción cuando la conquista española llegó a América Latina a esclavizar a su gente y saquear sus riquezas. Sobrevivieron gracias a la sierra.
La montaña, enclavada al lado del mar, era en ese entonces impenetrable. La sierra, sin embargo, siempre ha sido un anhelado botín. Y no quedó por fuera del cruel conflicto armado que ha azotado a Colombia. La primera guerra que vivió la sierra fue la de la marimba. En los setenta, la marihuana era la cocaína de años más adelante. Los caminos laberinticos de la montaña y los atajos de los indígenas para pasar del valle al mar se volvieron muy apreciados por los traficantes que sembraban en un lado y sacaban el producto por el otro. Adán de Jesús Bedoya, quien hoy tiene una posada turística, llegó a la sierra en esa década asombrado por esa oportunidad, intento meterse al negocio pero fracasó rotundamente. “La marihuana era rentable pero solo para los comerciantes, para el campesino no”, reconoce. El hombre cuenta que el gobierno emprendió una ofensiva y fumigó la zona. Desde ahí la montaña nunca volvió a ser igual. “Aquí había mucho cacao, ñame, aguacate. El veneno acabó con esos cultivos y muchos ni siquiera volvieron a darse”, explica John Montero, uno de los guías eco turísticos. Los indígenas sienten que este fue un punto de quiebre y una de las mayores heridas que se le han hecho a la madre tierra. Después de la marimba llegó la coca en los años noventa y con esta casi la totalidad de los grupos armados. Por años, el frente 19 de las Farc estuvo en la vertiente occidental. La parte suroriental la tenían las Autodefensas Unidas del Magdalena y La Guajira estuvo bajo el control de Hernán Giraldo, alias el Patrón. La guerra se perpetuó en las entrañas de la montaña. La sierra comenzó a sonar en el mundo entero, pero no propiamente por su belleza. En 2001, las Farc llevaron allí, por ejemplo, a la cacica Consuelo Noguera y la asesinaron. El mundo descubrió Ciudad Perdida no por sus bondades arqueológicas sino porque en 2003 el ELN secuestró a ocho turistas extranjeros que querían conocerla. La peor parte de esta guerra la vivieron los indígenas. Según un informe de la Fiscalía, entre 1974 y 2004 sufrieron 1.145 actos de violencia. La Corte Constitucional recopiló las cifras de esa cara de la tragedia de la sierra. Entre 1995 y 2008, los grupos asesinaron a 190 kankuamos. Los primeros años del nuevo milenio hubo cerca de 30 masacres. Unos 2.600 arhuacos fueron desplazados y más de 200 fueron reportados como desaparecidos.
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