DESARROLO SUSTENTABLE DE LA AMAZONIA
jorgeabel721 de Mayo de 2012
4.936 Palabras (20 Páginas)637 Visitas
DESARROLLO SUSTENTABLE DE LA AMAZONIA
LOS RETOS DE LA SUSTENTABILIDAD
La amazonia es la región del planeta que presenta los más altos niveles de diversidad biológica, por ello demanda protección mediante una gestión sostenible de sus ecosistemas a través de alianzas locales e internacionales que permitan conservar in situ la biodiversidad y evitar su degradación - especialmente frente a la constatación de una mayor fragilidad ecológica debido a los daños ambientales producidos a diferentes escalas en el mundo -. Este propósito constituye un gran desafío porque apunta al cambio de las estructuras que fundamentan el actual orden económico mundial; para que sea viable deberían revisarse los paradigmas en que se sostiene la estimación de riqueza y los mecanismos que permiten su acumulación, que han incluido en los cálculos de valoración económica a los recursos naturales disponibles. Asimismo, deberían reconsiderarse los conceptos y determinantes socio políticos de la pobreza en estas áreas, principalmente por la presencia de grupos étnicos y comunidades de distinto origen y procedencia a las que, desde los parámetros de la sociedad de consumo se las considera dentro de la línea de pobreza, apreciación que no siempre es exacta y que puede convertirse en un obstáculo para la conservación de los recursos. Es necesario entonces un nuevo enfoque que permita, a través de la perspectiva de la interculturalidad, desarrollar un sistema de innovación que articule actores con capacidad para generar un cambio.
En este contexto es necesario fomentar un proceso de sensibilización respecto a las perspectivas de desarrollo sostenible en la amazonia, facilitando el debate y generando propuestas para su enriquecimiento y adopción por los actores que toman las decisiones sobre el desarrollo de la región, de manera que trabajen en conjunto por el equilibrio dinámico entre las complejas relaciones que vinculan lo económico, lo social y lo político-ambiental, que esquemáticamente se ubican en los vértices de un triángulo generando en sus lados ejes o relaciones tecnológicas, culturales y distributivas (Becker 2004). En este marco se deberían desarrollar una serie de temáticas para promover este proceso de sensibilización y proporcionar información para el debate entre actores, en cuyas manos estará la toma de decisiones. Es indispensable integrar una perspectiva de las necesidades de investigación y desarrollo del capital humano, creando los lineamientos que permitan la constitución de un sistema de aprovechamiento y protección de la biodiversidad amazónica, con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de su población.
Es fundamental reconocer la interdependencia entre los fenómenos y las comunidades, ello se constituye en una percepción básica de la ecología, precisamente por eso los nuevos paradigmas del desarrollo sustentable exigen una visión holística, que bien pudiera llamarse visión ecológica, en razón de que la ecología no separa a los humanos ni a ninguna otra cosa del entorno natural, ve al mundo como una red de fenómenos interconectados e interdependientes, reconoce el valor intrínseco de todos los seres vivos, dentro los cuales los humanos no somos sino una hebra en la trama de la vida. Entonces, el cambio de paradigma requiere una expansión no solo de las representaciones sociales sino también de los valores que tradicionalmente se han manejado al respecto.
En concordancia con lo anterior, la implementación de estrategias para un desarrollo sustentable en la amazonia deberá partir de un cambio de perspectiva con relación a los recursos naturales de la región - que han sido vistos únicamente como una condición para el crecimiento económico o como objeto de políticas desarrollistas -, del mismo modo las construcciones sociales que se han creado en torno a la amazonia deben ser revisadas y reinterpretadas íntegramente para no poner en riesgo su equilibrio ecológico y por ende la vida de los seres humanos que habitan en ella y en el resto del planeta, ya que la amazonia es vital para el equilibrio ecológico global.
Superar la concepción que obligó a las sociedades a subordinar a la naturaleza, vendría a constituirse en una de las primeras condiciones, ya que ello ha producido una separación brutal entre el ser humano y la naturaleza. Los avances tecnológicos no han reconocido los límites biofísicos, por el contrario, en una actitud de soberbia ciertas corrientes científicas han pensado que pueden suplir los daños ocasionados. Lo expuesto obviamente no implica renunciar a la necesidad imperiosa de mejorar las condiciones de vida de las distintas comunidades que habitan en esta región del planeta, principalmente de aquellos grupos marginados; tampoco significa cerrar la puerta al amplio y rico legado científico. La propuesta apunta a dialogar con la naturaleza, consolidar una nueva forma de interrelación de los seres humanos con ella y al mismo tiempo una admiración, una reverencia y una identidad, alejando sentimientos de posesión y dominación (A. Acosta 2010).
Un riesgo inminente para la amazonia representa la actitud de ciertos grupos de poder que pretenden integrarla al mercado mundial como suministradora de recursos primarios, sin que importe las experiencias funestas producto la explotación del caucho en el siglo XIX o de minerales, madera y petróleo en el siglo XX y lo que va del presente siglo. Esta región no ha escapado a la posición sumisa que desde la conquista han tenido las tierras de América del sur con respecto al concepto de acumulación del capital que tienen las grandes potencias. El deseo de dominar la naturaleza amazónica para transformarla en productos exportables ha estado presente desde siempre, cambiar este prisma sin privar a las comunidades que la habitan y a la humanidad entera de los beneficios de este paraíso biodiverso es el reto para un desarrollo sustentable de la amazonia.
Es necesario entender que la naturaleza tiene límites, pero esta realidad ha sido escamoteada por voracidad de las demandas de acumulación de capital y el avance irrefrenable de la tecnología, que se niegan a aceptar que los límites de sustentabilidad están siendo superados y que es indispensable buscar soluciones ambientales. Esta es una tarea global que, en el caso de la amazonia, compete a los países en vías de desarrollo, dentro de cuyos territorios se encuentra, como a los países desarrollados. Los primeros deberán buscar opciones de vida digna sin depredar su habitad y los segundos incorporar criterios de suficiencia en sus sociedades antes de persistir en su lógica de eficiencia entendida como acumulación material permanente, que pone en riesgo el equilibrio ecológico mundial.
Si aceptamos lo anterior, es lógico que se piense la sustentabilidad en función de la capacidad de carga y resilencia de la naturaleza, en otras palabras, las verdaderas dimensiones de la sustentabilidad no pueden únicamente subordinarse a demandas antropocéntricas, es necesario romper con los paradigmas convencionales de desarrollo y buscar una nueva ética para organizar la vida misma En este sentido un desarrollo sustentable debe propiciar un reencuentro entre la naturaleza y el ser humano e intentar atar el nudo gordiano roto por la fuerza de una concepción de vida depredadora, en que los objetivos económicos han estado por encima de las leyes de funcionamiento de los sistemas naturales. (A. Acosta 2010). Esto no implica perder de vista la calidad de vida de las personas y el respeto a la dignidad humana.
La sustentabilidad en la amazonia, como en cualquier parte del planeta, debe partir por aceptar que la naturaleza tiene derechos, lo que significa alentar políticamente su paso de objeto a sujeto. Defender los derechos de la naturaleza es rescatar el derecho a la existencia de los propios seres humanos, este es un punto medular ya que el ser humano no puede vivir al margen de la naturaleza, entonces, garantizar su sustentabilidad es asegurar la vida del ser humano en el planeta. Hay razones científicas que consideran a la tierra como un superorganismo vivo (Gaia) que requiere de cuidados y debe ser fortalecido, criterio que coincide con la concepción de las culturas ancestrales de nuestra América - muchas de ellas asentadas en la amazonia – que consideran a la tierra como la madre: la Pacha Mama, venerada, respetada y protegida.
Al hacer estas afirmaciones es importante que dejemos claro que no se esta llegando a extremos fundamentalistas, ya que el reconocimiento de los derechos de la naturaleza implica una búsqueda del equilibrio que debe existir entre ella y las necesidades de los seres humanos, obviamente este equilibrio exige una transición del atropocentrismo al biocentrismo, implica organizar la sociedad y la economía asegurando la integridad de los procesos naturales (R. Guimaraes, 2009). Es una propuesta que va hacia ese indispensable equilibrio entre la naturaleza y las necesidades de los seres humanos. La visión biocéntrica considera que la naturaleza vale por si misma independientemente de la utilidad que le dé el ser humano, sin embargo esto no implica que se este defendiendo una naturaleza intocada sino el mantenimiento de los sistemas de vida, de los conjuntos de vida, es decir, se fija la atención en los ecosistemas, en las colectividades, más no en los individuos.
BIODIVERSIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
El problema es como empatar la visión antes expuesta con el sistema económico dominante en el mundo actual. A pesar de los evidentes fracasos en muchos campos del desarrollo humano, el neoliberalismo continúa siendo la doctrina económica que impera en los países de la cuenca amazónica, en unos más ortodoxa en otros un poco maquillada la economía de mercado se ha consolidado
...