DISCURSO

DISCURSO

Se dice que el trabajo da dignidad a quien lo realiza. Todos y todas necesitamos trabajar para sostener y mejorar nuestra vida. Trabajamos para procurarnos el sustento y también el de nuestra familia. El techo, el alimento, el cuidado de la salud y oros bienes necesarios existen gracias al esfuerzo del trabajo humano.

Cualquier trabajo hecho con honestidad dignifica a quien lo realiza, incluso los que antiguamente no eran considerados trabajos, como ser ama de casa.

Aunque hay trabajos que socialmente son menos prestigiosos que otros, lo cierto es que todo aquel que trabaja está, desde su posición, contribuyendo al mejor funcionamiento de la comunidad. Por eso es muy importante que las sociedades sepan valorar la labor de cada persona y que se invite a los más pequeños a reflexionar sobre este hecho valorativo.

La dignidad del trabajador también es cuidada y protegida cuando se respetan sus derechos. La valoración del trabajo en la cultura también depende de esto. A veces, la ambición por el enriquecimiento de algunos hace peligrar el respeto al derecho de los trabajadores. Muchas veces no se le reconoce al trabajador, que es el miembro más débil de la relación laboral, aquello que le corresponde.

De hecho el día del trabajador se celebra en casi todo el mundo el 1 de mayo, en honor a un grupo de trabajadores sindicalizados de la ciudad de chicago que bogaron para que, a partir de ese día del año 1886,la jornada de trabajo no superara las 8 horas.

Pero los avances en los derechos laborales no se dieron de un día para el otro. Son el resultado de un proceso global y progresivo. En Argentina, por ejemplo, se necesitaron muchas décadas para que se fuera reconociendo los derechos de los trabajadores rurales, o el derecho a las vacaciones pagas, al aguinaldo, al salario, a la cobertura de salud y más recientemente al seguro de desempleo.

La educación cumple un rol fundamental en el sostenimiento y la promoción del hábito del trabajo en la sociedad. Es sabido que los más chicos, más que cumplir con lo que se les dice, imitan lo que ven. Los adultos poniendo empeño, alegría y buen humor en sus tareas cotidianas, marcan un camino a seguir e imitar. De esta forma, se les da también a los más chicos la esperanza d una futura vida adulta más plena.

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