Debate 3 avance tecnológico

¿Será el Hospital del Futuro una consecuencia lógica del avance tecnológico referido en la lectura o una resultante de nuevos servicios que intente integrar las atenciones especializadas que el autor bosqueja?

El avance tecnológico es imponente ante la sociedad, y en el campo de la salud, es inevitable la incorporación de los múltiples avances tecnológicos a través de la innovación.

Se asocia con la innovación, la transformación de una idea en un producto, por lo que esto atrae interés no solo a los profesionales de la salud, sino también a los pacientes y asociaciones inversoras en salud.

Desde mi punto de vista, el avance tecnológico romperá paradigmas de la medicina tradicional, con mayor énfasis en el diagnóstico y tratamiento de patologías para la mejora de la calidad de atención al paciente, la evaporización de la relación médico-paciente y la influencia en la toma de decisiones políticas sanitarias.

La mejora de la calidad de atención al paciente a través del avance tecnológico, en la actualidad, ha sido muy determinante a tal punto que la tecnología está al servicio del paciente atravesando en muchas oportunidades el escenario hospitalario a través de adquisición de equipos y medicamentos para una atención integral en casa.  Tal es el caso de la pandemia Covid-19, en la que hemos sido testigos de innumerables casos y/o testimonios de personas adquiriendo pulsioxímetros, tensiómetros digitales, balones de oxígeno, y hasta el uso irrisorio del dióxido de cloro para tratarse a nivel domiciliario. Por otro lado, al hablar de escenario hospitalario, somos conscientes que los avances tecnológicos dentro de las instalaciones de hospitales y/o institutos han salvado muchas vidas desde el vientre materno (con la medicina fetal), terapias genéticas, diagnósticos y terapias mínimamente invasivas, y el actual auge de la telemedicina por el contexto de la pandemia Covid-19.

Respecto a la evaporización de relación médico-paciente, me refiero a que esta relación será sometida al fuego de la evolución digital hasta llegar un punto de ebullición que disipará esta conexión a tal magnitud que el médico será reemplazado por un robot, el diagnóstico y tratamiento serán dados a través de algoritmos virtuales, de esta manera, el paciente tendrá una ventana abierta de conocimientos, que a su vez entre ellos mismos pueden intercambiar.

Y la influencia en la toma de decisiones políticas sanitarias, si bien es cierto que el Estado como parte de sus políticas sanitarias es brindar una atención integral hacia el paciente, donde la atención primaria viene a ser un factor importante y que por medio de las adquisiciones tecnológicas se pretende disminuir las brechas sociales-sanitarias y llegar a una atención equitativa para todos los afiliados. En cambio, el Estado ha tenido que llegar a la tercerización de servicios, por lo que se interpreta en la floja inversión para la creación, generación, innovación de tecnología “made in Peru”, es decir, crear propia tecnología para consolidarse como un sistema sanitario sustentable y sostenible.

En conclusión, los avances tecnológicos conllevan a que los sistemas sanitarios tomen una determinación compleja, es decir, las innovaciones sanitarias son indispensables y si no se conoce la ruta de acoplamiento a un sistema de salud fragmentado no resonarán en los avances en la atención integral de salud.  Así mismo, la evolución tecnológica implica que se mejore la capacidad resolutiva  de las instituciones de salud a través de la integración de redes, de datos electrónicos, de herramientas que potencien la calidad de atención integral al afiliado.

¿Qué apreciación tiene usted sobre la telemedicina y la historia clínica electrónica?

Los avances tecnológicos han sido de gran revolución dentro de un sistema sanitario peruano resquebrajado en diferentes aristas  a un ritmo distinto no tan favorable a comparación de otros países sudamericanos.

Antes de la declaratoria de emergencia sanitaria por la COVID-19, se atendieron a más de 44.000 pacientes en el país mediante telemedicina. Fueron unas 100 atenciones diarias. Ahora atendemos a más de 1.800 personas cada día”[1]. Dentro de mi experiencia laboral, a raíz de la pandemia Covid-19, he sido testigo de las constantes sesiones de telemedicina para la consulta, orientación al diagnóstico, posibilidades de tratamiento según nivel de complejidad, monitoreo a distancia, y las referencias a instituciones de mayor complejidad.

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