EL DOCENTE ANTE EL ACOSO ESCOLAR

EL DOCENTE ANTE EL ACOSO ESCOLAR

Fernando García A.

L

a expresión “Los maestros no hacen nada”, cada día se escucha con mayor frecuencia a la puerta de la escuela, el tema de la violencia en los adolescentes está presente en la mayoría de los centros educativos como un elemento más de la vida cotidiana escolar.

¿Ud. que piensa amigo lector, efectivamente será culpa de los maestros?

Hoy en día, en cualquier espacio educativo de nivel básico, se pueden observar acciones de acoso escolar: el robo, los apodos, los golpes, las amenazas, la pérdida de valores, la indiferencia grupal y la falta de respeto son acciones que preocupan a nuestra sociedad

¿Qué hace el maestro ante estas situaciones violentas?

Cuando se presenta la intimidación en el ámbito escolar, la colectividad de los padres de familia creen que el profesor es culpable de la generación de esas acciones ya que para los papás el maestro o falta mucho, y/o no prepara clase, y/o no tiene control de grupo o simplemente deja que los alumnos hagan lo que quieran.

¿Cómo ve apreciado lector, tendrán razón los padres?, o ¿Será una culpa compartida: padre, alumno, maestro?

Por otro lado, es innegable que el acoso escolar va en aumento, así lo demuestran las noticias que continuamente aparecen en los medios de comunicación “La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) alertó sobre el bullying o acoso escolar en México, donde se estima que tres de cada diez estudiantes de primaria ha sido víctima de una agresión por parte de un compañero.” (La Comisión Nacional de Derechos Humanos, 2011), y algo peor está pasando, los alumnos están adoptando nuevas formas de acoso escolar, actualmente usan la tecnología para consumarlo, trataré de explicarme —querido lector—, con tres ejemplos.

a. Dan de alta, con foto incluida, a la víctima en una web donde se trata de votar a la persona más fea, o la menos inteligente… y cargarle puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.

b. Un o una menor atormenta, amenaza, hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles, consolas de juegos u otras tecnologías.

c. Enviarle menajes amenazantes, insultos, videos, etc., a su correo electrónico y/o a su teléfono celular.

En otras palabras el acoso escolar cibernético ya es una realidad, “En Facebook una compañera suya ha comentado una foto en la que aparece. La ha difamado al decir que se ha involucrado sexualmente con un maestro. La chica agresora ha utilizado las palabras más vulgares para hacer la falsa acusación. (AGENCIA EL UNIVERSAL, 2010)

Además, se está dando una nueva modalidad de acoso escolar en los centros educativos, violencia escolar contra

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