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EL ESTADO EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA


Enviado por   •  24 de Agosto de 2013  •  1.963 Palabras (8 Páginas)  •  327 Visitas

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EL ESTADO EN LA CONSTITUCIÓN MEXICANA

El nuevo Estado, impersonal y misterioso, empieza a mencionarse en México en la Constitución española de Cádiz de 1812, siendo México todavía una colonia de España. En ella se hablaba de la “Constitución política para el buen gobierno y recta administración del Estado”. Poco después, en el Decreto Constitucional para la libertad de la América Mexicana de 1814, conocida como Constitución de Apatzingán, aparece también el Estado en el artículo 1° que decía: “La religión católica, apostólica, romana es la única que se debe profesar en el Estado”, lo cual más que el Estado como fuerza impersonal, parece ser un sinónimo del territorio del país; pero en el artículo 25 se mencionan los servicios al Estado. Después, en 1822, en el Reglamento Provisional político del Imperio Mexicano, en el artículo 15 se habla de las urgencias del estado y se decía que el Emperador (Agustín de Iturbide) era el jefe supremo del estado (art. 29). La Constitución de 1824 contiene multitud de menciones a los Estados que forman la nación mexicana, pero no al Estado mexicano como una entidad total o general. En la Constitución de 1857 no se dice en ninguna parte que México, el país, sea un Estado. La idea de un Estado general o nacional no aparece en la Constitución de 1857, en ella se mencionan naturalmente a los Estados que, según el preámbulo de la misma, componen “La República de México”, que en el título de la Constitución se llama “REPÚBLICA MEXICANA” pero, igual que en la Constitución de los Estados Unidos, no se hace una sola referencia a ningún “Estado” nacional, o federal, que simplemente no existe en ese texto.

El texto original de la Constitución mexicana aprobada en 1917 hablaba de “los Estados libres y soberanos” refiriéndose a las entidades que forman “la federación”, pero únicamente mencionaba al Estado “federal” en tres artículos: el 5°, el 82 y el 93. En el 5° se decía que el Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga por objeto el menoscabo o la pérdida de la libertad, por lo que, entre otras cosas, no se permitía el establecimiento de órdenes monásticas religiosas (esta última parte que hablaba de la prohibición de órdenes monásticas religiosas, se suprimió en 1992 cuando el presidente Salinas controlaba a los diferentes órganos de gobierno del país). En los artículos 82 y 93 se usa como un adjetivo sin sentido, pues habla de los secretarios “de Estado” para referirse a los secretarios del presidente, a los cuales en todos los demás casos los cita como “secretarios del Despacho”. Desde luego es imposible saber a qué o a quién se refiere el artículo 5° al hablar del “Estado” ¿a la sociedad y al gobierno? ¿al gobierno federal y sus ramas o departamentos o a todos los gobiernos del país: federal, estatales y municipales? O ¿a un “Estado” que está por encima de la sociedad y de la multitud de gobiernos que coexisten en México?

En México, en la actualidad, el Estado puede ser cualquier cosa. Como es bien sabido, en México la Constitución se modifica varias veces al año por los legisladores ordinarios, en pequeñas farsas en las que éstos se visten de poder constituyente, y cambian, quitan y agregan lo que quieran al texto de la Constitución, sin que la población participe en forma alguna en ese procedimiento. Fue así que la Constitución original de 1917 se fue modificando y se fue llenando de invocaciones y referencias al “Estado” con significados muy diferentes de un artículo a otro. En algunos de sus artículos, el Estado parece ser el gobierno federal, en otros, parece ser el presidente de la República. Hay otros en que el Estado son todos los gobiernos del país: el federal, los estatales y los municipales. En otros, el Estado es el desarrollador que se encarga de las áreas estratégicas propiedad del gobierno federal, no de la nación o de los pequeños estados. En algunos casos el Congreso de la Unión tiene intervención en el Estado, pero la Constitución no dice cuál es esa intervención, pues sólo dice que ese Congreso tendrá la intervención que diga la ley hecha por el mismo Congreso. En algunas frases el Estado parece ser la Nación; en otras no dice que es, pero descarta claramente que sea la Nación y hay algunas frases en que el Estado puede ser un modelo ideal, pueden ser todos los mexicanos o puede ser el territorio del país.

Las citas y las menciones que se hacen del Estado en la Constitución mexicana, tal como se encuentra su texto en los momentos en que escribo esto, son un conjunto de enigmas y contradicciones. Antes que todo, para estudiar el tema del Estado imaginario en México hay que tener en cuenta que en ninguna parte de la Constitución general de la República se dice qué es el Estado, ni tampoco quién o quiénes lo representan. El Estado, en el texto constitucional mexicano cambia de un artículo a otro como un ser en mutación constante; así en el artículo 3°, el Estado (se dice expresamente, en su primer párrafo) son la federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios. Debemos entender que esa frase se refiere a los gobiernos de esas entidades, es decir a todos los gobiernos del país, y que ese Estado no incluye a la población, a la sociedad o a los miembros de esa sociedad, pues a éstos en la fracción VI del mismo artículo les llama “los particulares”. En el artículo siguiente, el 4° de la Constitución, que habla, entre otras cosas, de la protección de la salud, del medio ambiente, del derecho a una vivienda digna y de los derechos de los niños, se dice que “El Estado otorgará facilidades a los particulares (es decir a los miembros de la sociedad) para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de

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