EL MONOPOLIO Y LA COMPETENCIA MONOPOLISTICA

Se sugiere que los inicios la economía política comienzan con la obre “La Riqueza de las Naciones”. Este es un pensamiento erróneo, Adam Smith no fue un pionero en este asunto, por lo tanto no es sorprendente que la teoría de monopolio de Smith, lejos de ser original, pueda ser rastreada hasta la Política de Aristóteles. La palabra se usó por primera vez en el párrafo donde Aristóteles cuenta la encantadora historia del filósofo Tales, quien, molesto de que se burlaran de él por su pobreza, decidió probar que también los filósofos podían hacer fortuna, si se preocuparan de aplicar su sabiduría a la solución de problemas prácticos de negocios.

Este concepto es el modelo opuesto a la competencia perfecta, o sea cuando la empresa sea el único vendedor del mercado por encontrarse en situaciones como el control total de la oferta de un producto, la posibilidad de producir a un costo muy bajo el volumen suficiente para abastecer a todo el mercado a un precio rentable e inferior al de cualquier competidor, debe existir disposición exclusiva de patentes inherentes al producto, al igual que exclusividad otorgada por el gobierno para elaborar un producto o prestar un servicio, o bien, el ejercicio del monopolio directamente por una empresa del estado.

En resumen, los filósofos escolásticos dieron un significado muy amplio al "monopolio", que incluye al oligopolio, monopsonio, e incluso prácticas que restringen el uso del factor trabajo, que, pensamos, son armas modernas desarrolladas por nuestros sindicatos, pero que, de hecho, ya eran conocidas por los gremios medievales.

Cabe resaltar que la competencia perfecta es un caso extremo que pocas veces se observa en la vida real. Sin embargo, es un punto de referencia para estudiar otros tipos de mercados. Según Molina (1535-1600), el término "monopolio" cubre todos los pactos en virtud de los cuales los mercaderes fijan un precio máximo, más allá del cual se niegan a comprar, o un precio mínimo bajo el cual concuerdan en no vender. La palabra incluso cubre acuerdos según los cuales un artífice no acabará el trabajo empezado por otro.

Aun así, en la obra de Adam Smith sus ataques en contra de los monopolios que apuntan a los privilegios exclusivos, primero, de los gremios o corporaciones y, luego, de las compañías reguladas y de accionistas. Puede ser una redundancia, pero la Riqueza de las Naciones fue escrita antes de que la Revolución Industrial hubiera progresado mucho. Las condiciones en 1776 eran más parecidas a las del siglo XVI que a las que existen hoy.

Los monopolios han sido objeto del odio colectivo desde principios del siglo pasado; se han convertido en la figura económica cliché del sistema capitalista, que representa todo lo malo que puede haber en una corporación, sin embargo, en la actualidad casi todos los países pueden presumir que han combatido de forma exitosa a los monopolios, al menos en occidente, quedando solamente algunos vergonzosos ejemplos vivientes, o al menos eso creemos. Estos nunca se fueron por completo, y es que a pesar de la imagen negativa que poseen, muchas personas ignoran que los monopolios representan una solución real ante ciertos errores del mercado.

Además, existen otros monopolios que aunque silenciosos, definen el rumbo de países completos e incluso de la economía del planeta: los Bancos Centrales. Sin más rodeos, el monopolio y el oligopolio son estructuras de mercado, en los casos de competencia imperfecta no existe un equilibrio natural entre la oferta y la demanda para determinar los precios de los bienes o servicios. Desde el punto de vista de la sociedad, implica unos efectos menos deseables que los derivados de la competencia económica. En general, redunda en una menor producción de bienes y servicios de los que se derivarían en condiciones de competencia, con precios mayores.

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