EL TERREMOTO DE TAIWÁN NO PROVOCÓ FUERTES DAÑOS

EL TERREMOTO DE TAIWÁN NO PROVOCÓ FUERTES DAÑOS

Los terremotos ocurren a causa de movimientos de la Tierra, es decir se producen cuando, debajo de la superficie terrestre, las placas o bloques de tierra y roca se deslizan repentinamente, unas sobre las otras.

Ocasionalmente, este sismo provoca un gran temblor en el suelo que, en ocasiones, puede continuar con una serie de muchos otros temblores de menor magnitud, éstos se llaman réplicas, mientras que el más fuerte se llama sismo principal. Las réplicas pueden continuar desarrollándose durante semanas, meses e incluso, hasta más de un año después del sismo principal.

En la isla de Taiwán sucedió un sismo de gran magnitud que provoco fuertes daños a la corteza terrestre. Si bien la cifra oficial de muertos es de 114 desde el 13 de febrero, cabe señalar que la mayoría de las víctimas del terremoto se remonta al colapso de un edificio residencial de 17 pisos en Taiwán que, por cierto, fue construido sobre una base de latas (literalmente), si bien esta tragedia específica ha sido el foco en los medios, informes y comunicados de prensa de la compañía han confirmado que la mayoría de los edificios industriales se han mantenido intactos o han tenido un impacto mínimo. Dado que Taiwán es una nación insular, la columna vertebral de su destreza industrial y económica depende de los puertos para enviar productos y bienes dentro y fuera de la región. Afortunadamente, no hubo informes de interrupciones en el Puerto de Kaohsiung, el 12 ° puerto de contenedores más grande del mundo. Hay 20 aeropuertos en todo el sur Taiwán, pero en general no hubo interrupción de los vuelos entrantes y salientes. La intensidad del terremoto se concentró en la región suroccidental de la isla, y el resto de la isla experimentó temblores mínimos.

En los albores del nuevo milenio, Taiwán aseguró una posición de liderazgo en la industria de la microelectrónica. Sin embargo, cuando el terremoto 921 en 1999 cobró 2.400 vidas y redujo la energía y el agua a miles, incluidas las principales plantas de fabricación de chips, la pérdida incurrida de obleas en proceso y el tiempo necesario para reiniciar esas líneas de producción generaron un efecto dominó gigante en fabricantes y marcas originales.

Dado que el sur de Taiwán es propenso a los terremotos por su ubicación sobre las placas tectónicas de Eurasia y Filipinas, la mayoría de las fábricas de chips de Taiwán desde 1999 se construyeron y concentraron en la parte norte de la isla, que es relativamente menos propensa a actividad sísmica destructiva. Sin embargo, el sur de Taiwán alberga el Parque Científico, donde más de 160 empresas y plantas de fabricación de microelectrónica permanecen tanto en Taiwán como en Kaohsiung. Parece que los desarrolladores fabulosos han aprendido del terremoto del 921 y diseñaron plantas de semiconductores posteriores con un mayor umbral sísmico.

La tecnología avanza a pasos gigantescos, en la mayoría de las disciplinas de la ciencia humana. Esto lo podemos apreciar también en Taiwán con la construcción de las plantas antes mencionadas, y que las mismas poseen mayor protección ante estos movimientos de la tierra, trayendo como beneficio que estos no ocasionen tantos daños a la humanidad existen.

Concluyendo podemos expresar que las estrategias que se utilizaron en Taiwán para hacerle frente a este sismo fue buena ya que no provoco fuertes daños, pero cabe destacar que en cada país del planeta tierra se deben instaurar programas que le faciliten a la población conocer sobre los sismos y que hacer antes, durante y después que ocurre uno.
Es importante realizar la ejecución de simulacros que sirvan a modo de ensayo y preparación; desarrollando así una cultura de prevención, ya que ni el país con mayores avances tecnológicos puede librarse de los efectos de un sismo.

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