ENSAYO DE LA ONTOGENESIS
johanaalbape18 de Febrero de 2014
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Ontogénesis” el proceso de constitución del individuo, proceso que se inicia en el feto y concluye en la edad adulta; y por “filogénesis” el proceso de formación de la especie en un periodo de tiempo que va desde los primeros organismos al hombre, dotado de cerebro capaz de autogenerar y autorregular su propio pensamiento. No es una afirmación atrevida decir que en muchos campos de la naturaleza la ontogénesis mimetiza como en espejo la filogénesis de la misma; sería decir que determinados individuos, en su “hacerse” y “ser”, manifiestan los estadios progresivos de la evolución natural, detenida en formas diferenciadas de vida. Refiriéndonos al hombre, a los hombres individualizados, y aplicado esto a la capacidad razonadora, los resultados que derivarían de tal hipótesis serían letales para ciertas concepciones filosóficas y sobre todo teológicas. Es patente que por su cultura los hombres no son iguales, algo que importaría poco a la hora de defender su dignidad humana; pero lo profundamente inquietante es que por constitución, los hombres no son iguales.
La escala filogenética natural conduce a estadios finales unos más perfectos y dotados que otros, pero ya concluidos en el momento presente. Vulgarizando la aserción, podríamos afirmar que el hombre es un “animal racional graduado”, unos más racionales que otros, incluso algunos ni siquiera racionales, sino pre-racionales.
Muchos pensadores, dejándose llevar por el poder sugestivo de los hallazgos de la embriología comparada, creyeron en los albores de la biología que la solución de este problema consistía en afirmar que la historia del individuo recorre, en el vientre materno y en forma sincopada, las distintas etapas por las que ha pasado la evolución de la especie. Hay grandes dificultades con esta concepción. En primer lugar, existen muchas diferencias entre los dos procesos, la ontogénesis (desarrollo del organismo individual) y la filogénesis (evolución de la especie). En segundo lugar, en la ontogénesis parecen faltar las presiones de la selección natural que impulsaron la filogénesis. En tercer lugar, no se explica el porqué el desarrollo de un individuo particular se detiene exactamente cuando se alcanza el nivel de la propia especie, ni tampoco por qué el desarrollo individual toma el curso adecuado en cada caso de bifurcación en la marcha evolutiva de la vida a lo largo de las etapas geológicas. Pero sobre todo, esta teoría, por más sugerente que sea, no tiene las características de rigor y secuencia causal estricta que requerimos de las doctrinas científicas. Es más una concepción poética y mística, y no una explicación determinista de la concatenación de acontecimientos como debería serlo. La explicación del problema había que buscarla en otra parte y aplicando estrictamente el método científico. El intento de encontrarla tenía que quedar diferido hasta que las ciencias biológicas, por acumulación de pasos de investigación, estuvieran en condiciones de poder comenzar a formularla rigurosamente. Esto no pudo empezar a ocurrir sino en el transcurso de los últimos veinte años. La simple "complejidad" del funcionamiento de lo vivo y en particular del animal humano dificulta la elección de aquellas variables que influyen más determinantemente en dicho proceso de ontogénesis. Las que forman parte de este cuadro plasman los referentes básicos de los que se parte para utilizar el D.I.D.E. (Diagnóstico Inicial Diferencial Estructural), (Serrano, 1990) estando definidas a lo largo de los intervalos de edad que marcan momentos clave en dicho proceso de maduración humana. Los conceptos que se manejan en el cuadro de ontogénesis pertenecen a distintos autores, tanto del campo de la ergonomía en lo relacionado con los aspectos funcionales (Reich, Navarro, Dew, y propios del autor), del psicoanálisis en lo relacionado con lo disfuncional (Freud, Spitz, Hartmann,
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