Economia. Pese a que la economía informal, también conocida como economía sumergida o comercio ilícito

Pese a que la economía informal, también conocida como economía sumergida o comercio ilícito, ha existido desde que el mundo es mundo, en los últimos años esta tendencia ha crecido hasta límites insospechados. Por ejemplo en Bolivia la situación local ha hecho que muchas personas hayan comenzado a emigrar a otros rumbos o a buscar oportunidades de trabajo en portales y páginas web de empleo fuera de las fronteras bolivianas, como por ejemplo en República dominicana.

Según informes del Observatorio Boliviano del Empleo y Seguridad Social el desempleo en el área urbana de La Paz disminuyó un 3,2% y un 5% en todo el país, mientras que el empleo precario de baja calidad ascendió a porcentajes muy elevados. Datos que coinciden con los informes gubernamentales y con las investigaciones de Bruno Rojas, investigador laboral del Cedla, según las cuales siete de cada diez desocupados están desempeñando un trabajo con un salario menor del que deberían percibir.

Esta tendencia, siempre siguiendo a Bruno Rojas, es especialmente preocupante en tres casos. El primero entre los jóvenes, cuya tasa de desempleo es del 13,5%, el segundo caso es el de las mujeres y, finalmente, todos aquellos que están cursando cursos profesionales o universitarios, es decir, el 12,5%.

Para solventar esta situación, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, a cuya cabeza está Daniel Santalla, elevó en 2013 la inversión pública a 4.634 millones, previendo para el 2015 un aumento de esta cifra, gracias a la nacionalización de sectores económicos clave como el de los hidrocarburos, el minero, el sector servicios y el eléctrico. Este hecho, unido a otros factores como la estabilidad económica nacional y el crecimiento sostenido de la misma, posibilitó la apertura de 122.995 empresas en 2013 frente a las 19.778 de 2005.

Otra de las fuentes que el Ministerio de Trabajo emplea para aumentar el crecimiento económico es el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), que en el quinquenio 2007-2012 prestó 214 millones en forma de créditos para potenciar sectores como el textil y la metalurgia.

En definitiva, una serie de medidas tendentes, junto con iniciativas como “Mi primer empleo digno, dirigido al mundo juvenil, al crecimiento económico del país y a la reducción del consiguiente contrabando que genera este tipo de economía.

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