Ejercicio Escritura- Medios

Ejercicio de escritura

Desde el siglo diecinueve Colombia ha sido victima de la lucha entre partidos políticos. A partir aquellos tiempos las víctimas, las muertes, los delitos y los sufrimientos de cada uno de los colombianos han aumentado considerablemente. Hasta el día de hoy se ha podido ver que no cesan los ataques y la lucha entre los diversos partidos e ideologías y es por ello que muchos jóvenes nos preguntamos el porqué de esta guerra sin fin y sin verdaderos “culpables” pero con millones y millones de víctimas. Cada uno de nosotros sueña y cree fielmente en aquel momento en el que la paz no sea simplemente un fin inalcanzable sino un medio para lograr llegar a cumplir una meta. Pero en la mayoría de los casos ese sueño se ve truncado por un gran monstruo: los medios nacionales. Estos “creen” que mediante su programación (en horarios familiares) la sociedad colombiana puede conocer un poco más acerca de su historia, para así poder conocer mucho más afondo el contexto en el que viven y las raíces y el porqué de un conflicto tan complicado. Teniendo en cuenta los textos presentados en los cuales se presentan tres diferentes posiciones con respecto a la transmisión de series de televisión sobre personajes del conflicto armado colombiano, se podría decir que realmente se denota tanto el disgusto de la sociedad colombiana frente a estas series, como los argumentos y puntos a favor de las mismas.

En la primera noticia se ve con claridad el disgusto por parte de la sociedad al enfrentarse con un hecho de suma irresponsabilidad, irrespeto y poca seriedad. Allí es imprescindible mencionar la profunda indignación que siente una entidad cuyo principal propósito es el de educar a jóvenes para tener un mejor país con gente que piense y actúe como tal y que por desgracia los medios sean los encargados de mostrar una faceta contraria y a la vez contradictoria, pues no muestra una realidad sino que la magnífica para hacerla no solo más dramática sino más intrigante e interesante para los televidentes. Televidentes que como nosotros no piensan más allá de aquello que se presente en una telenovela sanguinaria y cruel que no intentan tan siquiera pensar si es real aquello que se muestra o no. Así pues surge una incógnita:¿ será que los medios nos hacen ver lo que ellos quieren que veamos?¿ Hasta qué punto vamos a seguir creyendo (sin filtro alguno) en lo que RCN o Caracol nos presente?

En el segundo texto se presenta una columna de María Victoria Uribe, un texto que parte de la crítica y la ironía para plantar un punto de vista y una opinión frente a un hecho específico: “ La fascinación por los grandes criminales”. Teniendo en cuenta la posición tomada y presentada con anterioridad, se podría decir que son bastante parecidas, pues se denota una inconformidad por parte de los televidentes frente a los medios. En este caso, la señora Uribe plantea sus propios puntos de vista que nos hacen reflexionar y cuestionar varios puntos que creíamos haber resuelto en el pasado tales como: la imparcialidad, el poder para juzgar, un criterio definido y un propósito de vida establecido. Pero no así nos es, pues estamos poniendo en manos de gente que simplemente quiere vender un producto y obtener ganancias del mismo basándose en conocimientos superfluos y sin valor nuestro tiempo y nuestro criterio. ¿Realmente estamos creyendo una historia contada por no historiadores? Esta es la realidad, los colombianos nos satisfacemos con “conocer” nuestra propia historia por medio de series como: Los tres caínes, El Capo, Las muñecas de la mafia. Tan siquiera nos esforzamos por buscar un poco más, por conocer la verdadera historia por saber el sufrimiento de las víctimas, por buscar verdaderas soluciones. Si seguimos como los borregos de los medios ¿hasta dónde llegaremos? ¿Hasta cuándo seguiremos anhelando la paz?

En el tercer y último texto, el columnista Mauricio Rubio se atreve a apoyar la realización de series de televisión en las cuales el conflicto, la violencia y el sufrimiento son los principales protagonistas. Para apoyar su punto de vista, Rubio se basa en el escaso interés que suscita en nosotros los colombianos por concebir un poco más afondo el conflicto que tanto nos agobia. Para él es el mejor camino, pues si no nos atrevemos a leer quizás si nos atrevamos a entretenernos con escenas brutales en los canales que más nos gustan y a la hora perfecta en el tan conocido “prime time”. Es increíble que todavía sigamos pensando que por una novela en la cual todo gira en torno a la violencia, el sexo y el vicio vamos a aprender y vamos a cambiar el rumbo de la historia. ¿No sería más racional mostrar la verdadera historia (sin adaptaciones) combinándola con el análisis de gente especializada en el tema que nos ayuden a reflexionar? ¿Pues si sólo nos muestran imágenes positivas vamos a aprender y cambiar la historia o vamos a repetirla?

La historia de Colombia es mucho más compleja de los que muchos de nosotros podríamos llegar a imaginar, pues ha perpetuado en el corazón de cada uno de los integrantes de esta patria. Desafortunadamente a pesar de ser víctimas de la historia nos enfocamos en conocer lo que los medios quieran presentarnos, si no fuese así tan siquiera seríamos capaces de coger un libro, hablar con los directamente afectados para realmente cambiar el rumbo de la historia. Si queremos soñar con una Colombia en paz tenemos que reflexionar y entender lo que realmente ocurrió, no simplemente conocer un conflicto por medio del amarillismo, atado a un rating y a las ansias de poder que muchos de los medios colombianos quisiesen llegar a tener.

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