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El Credo De John Dewey

catydeyra3 de Mayo de 2012

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El credo de John Dewey

Mi prop�sito no es comentar el libro de John Dewey. Tampoco su obra que fue tan importante para la educaci�n del mundo contempor�neo. Me interesa la posibilidad y necesidad que tuvo de establecer un credo.

En pocas p�ginas, alcanza a enunciar aquello en lo que cree y sienta as� bases, principios, ideas fuertes sobre las cuales guiarse.

Me parece a veces que estamos (o estoy?) necesitando enunciar, como argentinos insertos en la incertidumbre que envuelve al mundo, nuestras creencias o principios fundamentales sobre los cuales podamos (o puedo?) construir alg�n edificio sostenido en el tiempo.

�Es posible en los tiempos que corren, enunciar un credo pedag�gico? �No supondr�a un �todos� inexistente?

La diversidad de pueblos, costumbres, necesidades, identidades, �inhabilitan la posibilidad de un acuerdo m�nimo?

La dificultad para enunciar un horizonte de progreso para �toda� la humanidad �impidem en un campo tan sensible al futuro como el de la educaci�n, generar un credo?

�Qu� importancia tendr�a un credo individual?

Mientras pensamos (�pienso?) en estas vicisitudes esperanzadas, les copio lo que dice Dewey en su credo en el punto �lo que es la escuela�

Lo que es la escuela

Creo que:

La escuela es, primariamente una instituci�n social.

Siendo la educaci�n un proceso social, la escuela es simplemente aquella forma de vida en comunidad en la que se han concentrado todos los medios mas eficaces para llevar al ni�o a participar en los recursos heredados de la raza y a utilizar sus propias capacidades para fines sociales.

La educaci�n es pues, un proceso de vida y no, una preparaci�n para la vida ulterior.

La escuela debe representar la vida presente, una vida tal real y vital para el ni�o como la que vive en el hogar, en la vecindad o en el campo de juego

La educaci�n que no se realiza mediante formas de vida, formas en que sean dignas de ser vividas por si mismas, es siempre un pobre sustitutivo de la realidad aut�ntica y tiende a la par�lisis y a la muerte.

Como tal vida social simplificada, la vida escolar ha de surgir gradualmente de la vida dom�stica, y ha de sumir y continuar las actividades con las que el ni�o est� ya familiarizado en su hogar. La escuela ha de ofrecer al ni�o estas actividades y reproducirlas de modo que el ni�o aprenda gradualmente su sentido y sea capaz de desempe�ar su papel con relaci�n a ellas.

Esta es una necesidad psicol�gica porque es el �nico medio de asegurar la continuidad en el desarrollo del ni�o, el �nico medio de proporcionar un fondo de pasadas experiencias a las nuevas ideas dadas en la escuela.

Ello es tambi�n una necesidad social porque el hogar es la forma de vida social en la que el ni�o se ha criado en y en relaci�n con la cual ha recibido su educaci�n moral. Es asunto de la escuela profundizar y ampliar su sentido de los valores concentrados en su vida de hogar.

Gran parte de la educaci�n actual fracasa porque olvida este principio fundamental de la escuela como una forma de vida en comunidad. Aquella concibe la escuela como un lugar donde se han de dar ciertas informaciones, donde se han de aprender ciertas lecciones o donde se han de formar ciertos h�bitos. Todo esto se concibe como teniendo valor en un remoto futuro; el ni�o ha de hacer estas cosas por causa de otras que ha de hacer; as� son una mera preparaci�n. Como resultado, no llegan a ser parte de la experiencia vital del ni�o y no son verdaderamente educativas.

La educaci�n moral ha de centrarse sobre esta concepci�n de la escuela como un modo de vida social y la mejor y mas profunda preparaci�n moral es precisamente la que se adquiere entrando en las debidas relaciones con los dem�s,

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