El Guano, un recurso más que no supimos aprovechar

Una vez fuimos dueños de los depósitos de guano de las islas del litoral. El guano, aquel medio que en un determinado momento de nuestra historia, se convirtió en la fuente principal de ingresos de la economía Peruana, ese recurso natural que una vez le sacamos tanto provecho exportándolo e importándolo que El Estado Peruano logró obtener cantidades tan elevadas como 200 millones de pesos, los cuales, en vez de ser gastados en la mejora del país, fueron malgastados de la peor manera posible.

Sin mencionar la “Época del Estacionamiento” que se llevó acabo unos años antes de “La Era del Guano”; en la cual, más de 36 casas comerciales inglesas se instalaron en el Perú, en esta época el comercio de llevo principalmente con Inglaterra dejando en segundo plano a Estados Unidos y Francia. Se dedicaron en parte a la importación textil. También se potenció la exportación de lana en el sur y la minería empezó a producir nuevamente poco a poco. Sin embargo, por diversos factores, la balanza comercial fue negativa en estos años

Este malgasto de los ingresos adquiridos, conllevaron a que el Perú quede en un estado de bancarrota y con deudas.

Ya que el guano se había convertido en una demanda tanto nacional como internacional, la aparición del Sistema de Consignaciones. El Estado Peruano empezó a vender el guano a casas extranjeras y comenzó a realizar préstamos dejando como garantía el guano. La última casa con la que hicieron contrato fue una casa francesa llamada Dreyfus, los primeros beneficios recibidos fuero utilizados para el pago de las deudas acumuladas pero, poco después, fueron despilfarrados en construcciones de obras públicas, generando así una gran crisis económica.

Otro de los factores principales fue por la mala distribución económica junto con los factores tributarios. El presidente de aquella época, Ramón Castilla, aplicó el “Primer presupuesto estatal” el cual, demostró que el Estado Peruano cargaba con un déficit de 30% a causa de deudas externas adquiridas a principios de la Republica, pagando así dichas deudas. Del mismo modo comenzó un afianzamiento de la deuda interna la cual traía consigo un monto aproximado que superaba los 4 millones de pesos.

Si el guano nos hizo grandes una vez, puede volver a hacerlo.

Como bien sabemos, el guano es un fertilizante natural. Hace muchos años, ganamos millones por este recurso, y podemos volver a hacerlo.

Si bien es cierto la demanda del guano decayó por la aparición del fertilizante químico, no se ha excluido por completo de la economía ya que, siendo este un fertilizante natural, contamina menos, es más fácil de obtener, no necesita ser procesado; solo hace falta un poco de concientización a los comerciantes y países que trabajan con el fertilizantes.

Dicen que somos “Pobres sentados

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