GEOPOLITICA DEL PETROLEO..

GEOPOLÍTICA DEL PETRÓLEO Y CRISIS MUNDIAL

(Reseña)

Para empezar este texto fue escrito por José Hilario López A. de la universidad Nacional en Medellín, Colombia, Ingeniero de Petróleos y Geología, su biografía aun no sale a la luz, solo se sabe que ha sido el autor de textos similares al mencionado en el titulo tales como “La crisis energética mundial: una oportunidad para Colombia”, “Que hacer con las inundaciones” y demás. El autor al inicio del texto nos plantea la primera problemática que son los conflictos agresivos alrededor del mundo durante los últimos años y estos han tenido origen en la lucha por el poder de los recursos naturales en el contexto geopolítico de la mayoría de los países.

En el texto el autor hace mención a que en el denominado Golfo Pérsico, se concentran la dos terceras partes de las reservas de petróleo del mundo y que éstos son la clave para entender la geopolítica mundial y el desarrollo de las grandes potencias por el control de las reservas petroleras mundiales, así como los medios de transporte, los oleoductos y los puertos marítimos.

Dado esta tesis  el petróleo llego a ser un asunto de política internacional.  Está calculado que habrá producción de petróleo hasta la segunda década de este siglo  y que sus precios seguirán aumentado y que hasta ese momento la oferta mundial del mismo declinará y esto producirá una crisis y acontecimientos bélicos que debemos entender, ya que la violencia y el terrorismo irán en incremento.

A menos petróleo, mayor competencia entre las grandes potencias con un resultado de conflictos a nivel mundial.

Con este panorama para nuestra economía en Colombia el petróleo y el carbón aparecen como una tabla salvadora, ya que el 80% del petróleo se encuentra en manos del Islam, razón por la cual los países musulmanes tienen la última palabra e materia de precios del petróleo y que sin duda la crisis mundial está directamente relacionada con estos precios.

Estados Unidos como mayor consumidor de petróleo en el mundo encontró problemas con la importación del mismo por los problemas étnicos con Nigeria, el ascenso al poder del presidente Chávez en Venezuela y su política antinorteamericana, la política energética en Rusia y otros países del norte de África a lo cual se agrega la insurgencia de Irak después de la invasión de Estados Unidos a este país y por la explosión industrial de China.

Una vez se haya tocado el pico surgirán dos cosas: Concentración de las reservas recuperables y mayor utilización de sustitutos del petróleo esencialmente carbón, crudos pesados y arenas asfálticas.  Habrá otra opción que será el hidrógeno como fuente energética.

Para Colombia este sería de interés en la región del Magdalena Medio donde se concentra gran parte de la producción petrolera del país y existen reservas de carbón en las vecindades de Barrancabermeja.

Todo esto muestra un momento crítico para el futuro de los agrocombustibles, y nos dice que en nuestro país la participación del sector energía en America Latina en el cambio climático no tiene la importancia que tiene en los países industrializados-

El potencial de emisiones de CO2 provenientes de la deforestación de ecosistemas amenazados por el avance de los cultivos agroenergéticos como la amazonia y el Pacífico Colombiano puede multiplicar las emisiones si se quiere reducir con el uso de agrocombustibles. También se habla de combustible hecho a base de alimentos, cuando la ONU se entera de esto da su opinión y afirma que producir etanol usando como ingrediente a los alimentos es “condenar a la muerte a cientos de miles de personas en el mundo”.

Para concluir, lo que el autor plantea son soluciones de energía alternativa, que aunque siguen contaminando pueden ser viables, estos se llaman “agrocombustibles”, estos se extraen de plantas, citando al autor, el nos da cifras exactas de la cantidad de energía producida por cada una de estas alternativas: “(…) Por ejemplo en el etanol de maíz la relación puede ser de 0,83 (es decir, entrega menos energía que la que requiere para su fabricación), mientras el de la caña de azúcar alcanzaría un valor más de ocho veces superior (consume 8,32 veces más energía que la entregada). Por su parte el biodiesel de soya tiene una relación de 2,54, en tanto que el biodiesel de palma aceitera requiere 10,34 veces más energía que la necesaria para fabricarlo.” Esto lo que nos quiere decir es que son bastantes los medios por los cuales se pueden extraer alternativas de energía y que aunque algunos puede que no resulten, siguen siendo una buena solución frente a la problemática.

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