Gestión Energética.

La gestión energética es el proceso por el cual los países buscan hacer un uso racional y eficiente de la energía, con el fin de garantizar un futuro sostenible para las futuras generaciones. Sin embargo, todo esto no es un proceso fácil, ya que en países muy desarrollados el aumento de población implica un aumento en el consumo de energía que año con año requiere más demanda de explotación de recursos.

China es un país perteneciente a las máximas potencias mundiales, y desde el 2010 se ha convertido en el máximo consumidor del mundo, y desde el 2009 es el máximo consumidor de energía con un total del 50% mundial, es por ello que china se ha visto en la necesidad de crear estrategias  para ser un país energéticamente eficiente.

En China la mayor demanda es el petróleo y el carbón siendo esta una principal fuente de energía consumida, así mismo creando la principal fuente de contaminación del país.

En 2011, el Consejo de Estado lanzó el plan “Comprehensive Work Plan on Energy Conservation and Emission Reduction during the 12th five year period”. Donde se promueve una re-estructuración estratégica de su economía, ya que unos de los sectores más afectados por el ahorro energético será el industrial, que consume un 70% de la energía producida. Otros sectores en donde se aplicará la conservación energética serán: la construcción, transporte y el consumo de los hogares.

China está promocionando una reforma orientada al mercado en donde se tienen en cuanta, de forma muy significativa, la localización de los recursos energéticos. Todos los proyectos que figuran en su programa de desarrollo energético, con excepción de aquellos en los que la legislación vigente no lo permita, están abiertos a capital privado. Entre estos proyectos se incluyen: la exploración y desarrollo de nuevas fuentes de energía, la construcción de gaseoductos y oleoductos, plantas de procesado de carbón y refinerías.

Por otro lado tenemos a Venezuela

En la actualidad, Venezuela afronta serias dificultades económicas que impiden una reinversión de los beneficios en nuevas actividades de exploración y producción. El problema ya no es que el gasto social (que sin duda ha reducido las tasas de pobreza en el país de manera significativa) desvíe fondos necesarios para la inversión en el sector, sino que éste no puede ya seguir sosteniendo ese gasto más las generosas condiciones de que disfrutan Cuba y otros países de Petrocaribe.

...