Globalizacion

Introducción.

La sociedad forma su concepción global conforme se dan las nuevas relaciones comerciales en todo el mundo, permitiendo así la asimilación de una cultura común entre muchas regiones del planeta.

Hace algunos años la globalización carecía de importancia, pero en la actualidad es tema recurrente por la creciente integración de economías y sociedades alrededor del mundo.

La globalización ha sido un fenómeno y tema de estudio a nivel internacional que afecta a todo el mundo, hace algunas décadas la palabra “globalización” carecía de importancia, pero en la actualidad es un tema recurrente y polémico debido a que esta comprobado que puede traer tanto beneficios económicos, como problemas ambientales y laborales.

El impacto va directo a las áreas políticas, económicas y tecnológicas, pero para otros participes ha sido muy beneficioso y para otros mucho más dañino.

Creo muy conveniente hacer una serie de consideraciones sobre qué personas tienden a ser afectadas, positiva o negativamente, por el creciente proceso de globalización de la economía mundial. La razón de hacerlo deriva de la excesiva virulencia con que se están desarrollando las manifestaciones, de momento muy minoritario, contra dicho proceso, centrado especialmente en todas las reuniones de las instituciones internacionales.

Globalización, ganadores y perdedores.

¿Qué es la globalización?

Es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.

La globalización es la creciente integración de economías y sociedades alrededor del mundo, lo que significa que la estabilidad económica y política depende del conjunto internacional de países y las acciones que estos realicen tienen repercusiones, ya sean positivas o negativas, para otros.

Hoy en día, desde el punto de vista social, se puede ver la facilidad con la que se comunican las personas de un continente hacia otro. Lo que se puede observar con facilidad en el número de extranjeros que residen en un país de manera temporal o permanente por razones educativas o laborales.

En particular se encuentra Estados Unidos, nación que, durante el 2013, obtuvo más de 800 mil estudiantes procedentes de países extranjeros, lo cual representa un incremento del 7 por ciento con respecto al año pasado y un 40 por ciento más en comparación a hace 10 años.

De acuerdo a información proporcionada por el Banco Mundial, se sabe con certeza que algunos países que anteriormente se encontraban en situaciones de pobreza para la mayoría de su población, China, India y Corea del Sur son algunos ejemplos de éstos que lograron desarrollarse con rapidez por el incremento de comercio e inversión en dichos.

Por desgracia no todos los países se benefician en la misma magnitud. Países económicamente estancados, principalmente en las zonas de Asia Central y África del Norte, mostraron un incremento en sus índices de pobreza.

Sin embargo, la pobreza global en general se logró reducir en cantidades diminutas.

Otro aspecto negativo proveniente de la globalización se encuentra en el incremento de productividad que lo países gozan.

Ambientalistas argumentan que debido al incremento en la producción generada por la globalización se ha degradado el ecosistema y, en ciertos casos es de manera irreversible, lo que lleva a la sociedad a múltiples problemas ambientales como la escasez de recursos o de métodos viables de procesos agrícolas.

¿Quién gana?, ¿Quién pierde?

Con un gráfico generado a partir de unos datos publicados recientemente, Carlos Carrasco comenta las variaciones -quién ha ganado y quién ha perdido- en la evolución de los ingresos reales de los últimos 20 años.

Branko Milanovic es uno de los mayores expertos en desigualdad y recientemente ha publicado un interesante estudio con la evolución de los ingresos reales entre 1988 y 2008 en relación a los diversos percentiles de la distribución de ingresos mundial.

En el gráfico se puede observar cómo los ingresos reales del 1% más rico de la población mundial aumentaron en un 60% durante las dos décadas de estudio. Aun así, el aumento más grande tuvo lugar alrededor de la media: un aumento del 80% en la media y un 70% alrededor de ella. Es precisamente en este grupo, entre el percentil 50 y 60, donde se encuentran 200 millones de chinos, 90 millones de indios y unos 30 millones de indonesios, brasileños y egipcios. Dicho de otro modo, el 1% superior y las clases medias de los países emergentes son los auténticos ganadores de la globalización.

¿Los perdedores? Pues exceptuando el 5% de población más pobre del mundo, son aquellos situados entre el percentil 75 y el 90 de la distribución global, cuyos ingresos se han mantenido estables o se han reducido alrededor de un 5%. Este grupo, que Milanovic define como “clase media-alta global”, está formado por países de la antigua Unión Soviética, América Latina y aquellos ciudadanos de países ricos cuyos ingresos se han estancado durante el periodo de análisis.

La globalización aumenta la competencia entre los países para conseguir atraer mayores volúmenes de capital extranjero para poder complementar su ahorro nacional tanto en forma de inversión directa extranjera como de inversión de cartera, préstamos, colocación de deuda, etcétera, y para conseguir mayores dotaciones extranjeras de tecnología y de capital humano. Es decir, por alcanzar mayores dotaciones de factores de producción, esenciales para crecer a un mayor ritmo. Obviamente, tanto aquellos países que tienen instituciones democráticas más consolidadas y solventes, es decir, sistemas judiciales y legales que sean justos y eficientes y que reconozcan y defiendan la propiedad privada, la libertad económica y la seguridad jurídica y ciudadana, como aquellos países que tienen políticas económicas que priman la educación y la formación, que son más abiertas al negocio internacional más estables, son los que suelen obtener mayores flujos de inversión, tecnología y capital humano extranjeros, frente a los que no disponen de dichas instituciones y políticas democráticas.

En este contexto de creciente globalización y de mayor competencia, la primera conclusión

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