Grandes represas ¿peor el remedio que la enfermedad?

Grandes represas ¿peor el remedio que la enfermedad?

Las grandes represas representan un gran daño al medio ambiente de donde se establecen, generando impactos tanto sociales como ecológicos.

Por lo leído, concuerdo con la CMR de que las represas traen consigo más perjuicios que beneficios y que muchas veces llevan a grandes pérdidas de  biodiversidad, contaminaciones de fuentes de agua dulce, etc.

Pueden agravar cambio climático: pueden emitir GEI, destrucción e inundación de áreas que ayudan a la mitigación del cambio climático

Se deben investigar todas las opciones posibles  para mejorar la eficiencia energética y así causar el menor riesgo y ampliar el beneficio para todos, no solo para unos cuantos.

Las represas pueden tener algunas fallas, entre ellas:

• Que se desborde el agua por encima del límite de inundación en zonas con mucha precipitación.
• Evaporación del agua en el embalse en zonas áridas.
• Modificación artificial de las cuencas hidrográficas, lo que empeora la calidad y salubridad del agua.
• Degradación de los sistemas acuáticos y aledaños.
• Impactos a la biodiversidad, donde resalta el daño a las especies de peces migratorios porque se bloquean las zonas donde desovan.
• Efectos sísmicos que pueden causar el colapso de las represas y un daño grave a la población.

Así mismo, el desarrollo inadecuado de las represas puede generar violaciones a los derechos humanos, que van desde la destrucción de los ecosistemas hasta el desplazamiento forzado.

Estas violaciones se dan de forma repetida y sistemática e involucran:

• La privación del derecho a un ambiente sano, que conlleva negar  una vida plena, sana e integral. Se ponen en riesgo actividades de subsistencia, culturales y económicas porque muchas personas que se dedican a la pesca, ganadería, agricultura o a la venta y elaboración de artesanías se ven despojados de zonas y de los recursos para poder trabajar.
• Tristemente, es recurrente el desplazamiento forzado de comunidades afectadas por la construcción de una represa, las cuales pasan por daños físicos y psicológicos en el proceso porque no cuentan con la posibilidad de participación. Los planes de reubicación y compensación son nulos y los más afectados son los más vulnerables como los que se encuentran en situaciones de pobreza extrema.
• La ausencia de evaluaciones de impactos sociales y ambientales previos a la construcción es latente. Se debe buscar la transparencia de estos planes y darlos a conocer oportuna y claramente a todos los miembros de la comunidad donde el proyecto se quiere establecer así como tomar en cuenta todas las alternativas que disminuir lo más posible el daño y hacer valer la consulta pública.
• Muchas de las zonas donde estos proyectos se llevan a cabo están habitadas por indígenas y debemos luchar por hacer valer y proteger sus derechos y sobre todo respetar su territorialidad, para así ayudar a conservar su patrimonio, costumbres, tradiciones y estilos de vida únicos.
• Como ya mencioné, la falta de acceso de información es recurrente y, si se dan a conocer los pormenores del proyecto, son en etapas muy avanzadas donde ya no se pude hacer nada por corregirlo o con un lenguaje muy técnico y poco comprensible para los miembros de la comunidad.
• Es impresionante que las empresas y el gobierno, por proteger el beneficio de unos cuantos sean capaces de encarcelar, asesinar, amenazar y hostigar a las personas y comunidades que se manifiestan por las graves afectaciones que viven.

La solución no está en que se dejen de construir represas, sino en hacerlo respetando la normatividad internacional sin incurrir en faltas a la normativa.

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