Herramientas para medir la pobreza

Herramientas para medir la pobreza

Consideramos la definición de “pobreza” como condición de vida que no puede satisfacer las necesidades vitales, queremos criticar las actuales herramientas de medida de la pobreza como son el Producto Interior Bruto por cápita, la Renta Media Disponible Neta y el Índice de Desarrollo Humano.

Comenzando primeramente con el PIB por cápita, la desigualdad de éste mismo a la hora de homogeneizar el producto que genera, por ejemplo, Amancio Ortega y un padre de familia que gana diez mil euros anuales es completamente incoherente. Por tanto, el PIB no indica la distribución real del producto bruto del país. Yendo aún más allá, este indicador no recoge lo que llamamos economía sumergida, que son las actividades “en negro”, voluntarias, domésticas o simplemente sin declarar, que afectan directamente a la calidad de vida y “pobreza” del país.

Siguiendo con las desventajas del Producto Interior, tampoco mide los daños medioambientales causados ni al medio donde se vive, es decir, no considera las externalidades que afectan plenamente a la condición de vida de la sociedad en un estado. Otras particularidades son la libertad o el bienestar general de la población. Como ejemplo vemos que el Banco Mundial encuentra según el PIB por cápita una menor pobreza en los Emiratos Árabes Unidos (donde mensualmente se asesinan periodistas por sus artículos y solo un 20% de la población total goza de los derechos de ciudadanía) que en Bulgaria, un país totalmente tolerante con todo tipo de culturas.

Como intento de solución, aparece como herramienta para medir la pobreza, el Índice de Desarrollo Humano. Este e un indicador socioeconómico que, como su propio nombre indica, trata de dar a conocer el nivel de desarrollo humano que posee un país, es decir, cómo de desarrollada se encuentra su sociedad en conjunto. Para ello se tienen en cuenta tres variables que son la salud, educación y PIB. En cuanto a la salud, para calcularla, se tiene en cuenta la esperanza de vida de un país. Así comprobar el nivel de sanidad que se ofrece en una región. Respecto a la educación, este tiene en cuenta el grado de alfabetización y matriculación de escuelas primarias. Consideramos, aquí, el intento de solución, ya que, criticamos que este parámetro está occidentalizado. Personas con educación fuera de escuelas, sin acceder a una matrícula primaria; pueden recibir también una educación, ya sea dentro de una misma familia o grupo social mediante la transmisión oral y no por ello son subdesarrollados.

El dinero como elemento para medir tiene una ventaja y es que es universalmente admitido. Tiene como inconveniente la escasa capacidad de reflejar la mayor parte de las capacidades vitales de las personas. Únicamente se consideran consumos aquellos bienes y servicios que se pueden comprar con dinero. La

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