Historia Nelson Mandela

Sin duda Nelson Mandela se constituye como uno de los grandes líderes contemporáneos de la humanidad. Un personaje que ha luchado y defendido la discriminación racial de su país y del mundo, y que lo llevó a estar detenido en su propio país durante 27 años en precarias condiciones. Tras ser liberado en al año 1990 y con el alto reconocimiento que logró a nivel mundial, desarrolló una intensa actividad política que lo llevó a ser elegido Presidente de Sudáfrica en el año 1994, constituyéndose así en el primer presidente negro de su país. Asume en medio de una fuerte división racial, y desde este momento pone en marcha una política de reconciliación nacional, la que resulta inentendible para quienes son de su facción.

Cuando Mandela asume la presidencia, se encuentra con un gran problema, tener que gobernar un país dividido por conflictos raciales durante décadas. Esto se observa en las relaciones y diálogos descalificadores entre ambas facciones, lo que generó un ambiente de desconfianza y temor, ambos conceptos presente en los Afrikans y negros. En los primeros se manifestó el temor a perder sus puestos de trabajo, represalias, discriminación y venganza. En el caso de los negros la desconfianza y el temor eran avalados por la historia de vida que les correspondió vivir en su país como consecuencia de los gobiernos anteriores, en esta misma facción existía un temor a que su líder y guía orientara su energía y recursos a seducir a la facción que justamente les había causado un daño histórico, por lo que sentían despreocupación por la lucha que en conjunto habían liderado en contra de la discriminación racial de la que eran víctimas.

El gran desafío adaptativo de este líder natural es gobernar en un país fuertemente dividido y lograr el bienestar de Sudáfrica como un país integrado, para esto se fijó como propósito generar una política de reconciliación entre la población negra y los afrikans, para dejar atrás toda la represión ejercida durante el Apartheid y además para acceder a tener el control de tres instituciones fundamentales para gobernar un país, la policía, el poder económico y el ejército, todos dominados por la facción blanca.

Para lograr el propósito que se fijó Mandela, partió definiendo a su facción que su enemigo ya no son los africanks, ahora son sus compañeros y deben gobernar en forma conjunta. Su tarea la llevó a cabo movilizando y motivando al equipo de rugby que representaban a los blancos, Springboks. Tenía claro que si eliminaban este equipo, perderían todos, por lo que estarían confirmando de esta manera el temor que los blancos tenían de que se convirtieran justamente en represores (devolver la mano). Al mantener y potenciar este equipo de rugby que era altamente representativo de la facción blanca, estarían demostrando que ellos son conciliadores y tienen la capacidad de mirar el futuro cambiando la historia. Mandela

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