INDEPENDENCIA DE TEXAS

INTRODUCCION

Las relaciones entre México y Estados Unidos han estado repletas de acontecimientos históricos que han creado tendencias al conflicto o a la cooperación, a la controversia, a la concordancia y a la discordia. Se trata de una relación difícil, de constante cambio.

La cercanía geográfica entre ambos países, ha determinado la necesidad de interactuar y desarrollar una relación, a pesar de las notables diferencias que existen. Un elemento constante de las relaciones entre México y Estados Unidos, presente prácticamente desde que ambas existen como naciones, es la desconfianza.

En los siglos XIX y XX México y Estados Unidos sostuvieron en varias ocasiones enfrentamientos militares. El primero de ellos y de manera indirecta fue la Revolución de Texas o la guerra de la Independencia de Texas, tuvo lugar entre el 2 de octubre de 1835 y el 21 de abril de 1836. El conflicto fue que la provincia de Texas, perteneciente al Estado de Coahuila, quería independizarse además de los problemas entre el Gobierno Mexicano y los colonos anglosajones por la promulgación de la constitución centralista de 1835, conocida como las Siete Leyes. La unión de Texas a los Estados Unidos en 1845 y la ambición de ese país de apoderarse de territorio mexicano provocaron la guerra con los Estados Unidos, el conflicto armado se inició cuando el Presidente James Knox Polk quiso preservar el nuevo territorio adquirido (La República de Texas convertida en el Estado de Texas) enviando al ejército estadounidense, el cual debía apostarse en la supuesta frontera con México; el conflicto culmina con la firma del Tratado Guadalupe-Hidalgo en 1848, Estados Unidos se apodera de gran parte del territorio Mexicano: México reconoció la independencia de la República de Texas, fijaba la frontera de ese Estado en el río Bravo y aceptaba la venta de los territorios de Alta California y Nuevo México.

La última intervención estadounidense en territorio mexicano ocurre durante la Revolución Mexicana, campaña militar emprendida por el gobierno de los Estados Unidos a México con el fin de tomar el puerto de Veracruz en 1914.

Entre 1880 y 1910, la dictadura mexicana mantuvo relaciones estables con el poderoso vecino. Después, cuando estalló la revolución, Washington solo reconoció al nuevo gobierno tras largas y arduas negociaciones. En general, puede afirmarse que, durante el largo periodo del régimen de la Revolución Mexicana ambos gobiernos fueron pragmáticos; siempre mantuvieron negociaciones bajo la mesa.

CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA GUERRA DE TEXAS.

LA GUERRA DE TEXAS.

Los problemas que suscito Texas fueron los más graves a que se ha enfrentado México en su vida internacional, culminando con la guerra que sostuvo con los Estados Unidos de América. Mereció esta provincia mexicana la constante atención de las cancillerías de los dos Estados durante muchos años y su trascendencia histórica fue incontrastable.

Los limites de Texas quedaron fijados por un decreto de 1805 y aparece en un mapa hecho por ordenes de Arredondo en 1815, estando al sur en el río Nueces hasta poco adelante del paralelo 99º, de ahí al noreste hasta el río Medina y por su corriente hasta el paralelo 100º y de ahí al norte en línea quebrada .

El 7 de marzo de 1824 Texas paso a formar parte de Coahuila por disposición del Gobierno general, con un jefe político y con la reserva de que se constituiría en Estado dentro de la Federación, cuando estuviera en aptitud económica y con población suficiente para poder serlo. A este respecto, hasta el día de su separación de México, Texas tuvo una población mexicana escasa.

A la caída de Iturbide se sintió en todo México un fuerte malestar que amenazo con su completa disgregación. La provincia de Guadalajara declaro su independencia por medio de una Junta provincial, Yucatán venía actuando como Estado independiente y en Monterrey se formo otra Junta con representantes de Texas, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, con propósitos de separarse del país y ya independientes confederarse con él .

Estos síntomas perduraron por muchos años y en Texas, con los colonos angloamericanos, se vino a agregar un elemento más que tendría a acrecentar el separatismo.

Si bien algunos norteamericanos se habían quedado en Texas como residentes durante años de la lucha por la independencia de México, el primer intento de traer contingentes de colonos con la anuencia del gobierno es el representado por Moses Austin. Se baso para solicitar la autorización en uno de los artículos del Tratado de San ldelfonso y en el 5º del Transcontinental, que daba a los habitantes de la Lousiana y demás territorios cedidos por España, el derecho de trasladarse a otras tierras de la Corona si no querían quedarse bajo la soberanía francesa o la norteamericana; Austin se traslado a Texas con su familia y con otras 300 personas en 1817. La autorización final tuvo fecha 17 de enero de 1821, iniciando así una campaña para atraer colonos, ofreciendo a cada jefe de familia 640 “acres” (el acre mide 0.405 de una hectárea), y 320 para la esposa, 100 para cada hijo y 80 por cada esclavo.

Ya desde el gobierno colonial, y aún después de la Independencia, el Gobierno de México tuvo que impulsar la colonización de los vastos territorios del norte, entre ellos las Californias, el Nuevo México y Texas, cuya población total no excedía los 50 000 ciudadanos mexicanos. Para ello, se planteó una política de colonización muy sencilla y exclusiva, en la cual se venderían grandes cantidades de terreno a precios irrisorios, a crédito y con exención de impuestos y de aduanas por 5 años, a todo extranjero que quisiera convertirse en ciudadano mexicano, aprendiera a hablar español, fueran católicos, que fueran de buenas costumbres, que juraran obediencia al rey y se comprometiera a acatar las leyes mexicanas. Para facilitar las cosas, Moses Austin sugirió al Gobierno que se otorgaran concesiones, que permitían a una persona colonizar una porción importante de territorio y recibir tierras a cambio de sus servicios. Si bien Moses Austin murió poco después, su hijo Stephen recibiría el permiso para realizar una colonización con 300 familias en las planicies de Texas. Esta concesión fue ratificada por Iturbide y después por la República Federal. A esta primera concesión les siguieron muchas más, tanto para Stephen Austin como para otros empresarios.

Mientras los colonos se instalaban en las tierras que se les asignaban, Austin tuvo que ir a la ciudad de México a que el gobierno independiente le refrendara la concesión virreinal. Permaneció ahí desde el 29 de abril de 1822 por espacio de un año y seguramente

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