Importancia de estar en contacto con nuestro niño interior
dq.veloso14 de Marzo de 2013
539 Palabras (3 Páginas)602 Visitas
La psicología transpersonal estudia e investiga las interacciones (procesos, eventos y experiencias) de la psique con nuestro sentido de la identidad, y establece métodos y aplicaciones terapéuticas para transcender el ego y sanar posibles traumas psicológicos que nos limitan de forma inconsciente.
Es importante mencionar que son muchas las influencias que la Psicología Transpersonal ha recibido de las diferentes corrientes espirituales y religiones como por ejemplo, el Budismo y el Hinduismo, así como también de distintas escuelas filosóficas y místicas.
El estudio del desarrollo hacia una transpersonalidad con lleva inevitablemente el estudio de la conciencia como fenómeno, así que la psicología transpersonal también bebe de las neurociencias, la neurofisiología, la psicología cognitiva, así como de la parapsicología y la investigación sobre los fenómenos psíquicos.
Entonces si la psicología transpersonal estudia los eventos, procesos y experiencias con nuestro sentido de la identidad y las diferentes corrientes espirituales, para trascender del modo habitual de percibir e interpretar el mundo desde una posición de individuo separado, asique tal vez para olvidarnos de los problemas cotidianos del estrés de cada día, y vivir de una manera infeliz, llena de disgusto por todo lo que pasa, de vez en cuando deberíamos pensar como un niño de más o menos 3 años. Probablemente imagines a alguien muy activo, curioso, lleno de luz en los ojos, que es feliz con simplemente compartir tiempo con sus seres queridos, creativo, juguetón, y que vive el presente como si fuera una aventura que sólo le causa placer.
¡Qué ganas de volver a ser así!
Ahora vuelve a pensar en esas características: son, en gran parte, las características de un adulto sano y sabio espiritualmente.
¿Coincidencia? ¿Qué crees tú?
Cuando nacemos, lo hacemos lleno del potencial del Amor. Nuestras emociones están a flor de piel, y de cierta forma guían nuestra experiencia. Sin embargo, y a medida que pasan los años, nos vemos forzados a acomodarnos al "mundo adulto", aquél que ha sido creado y reforzado por milenios de cultura e historia.
Tenemos que aprender a ser Adultos Responsables: el trabajo es lo más importante, las emociones son problemáticas y sólo la razón da las respuestas, ser risueño y disfrutar la vida es infantil (lo que es igual a inferior), la creatividad es cosa de pocos y la ciencia exacta lo es todo, y las relaciones humanas tienen un sentido exclusivamente reproductivo y de segunda categoría, ¡y que Dios nos perdone si estamos haciendo el ridículo! ¿Qué van a pensar los demás?
En la transición de niño feliz a adulto responsable, cerramos nuestro corazón, bloqueamos la intuición, y perdemos la capacidad de disfrutar con las cosas simples.
Toda persona interesada en sanar sus heridas, en volver a despertar la divinidad interior, deberá sanar su relación con el Niño Interior. Tendrá que reaprender a vivir con esas características que perdió al crecer e integrarse al “Mundo Adulto”, para así poder, finalmente, vivir en equilibrio y en armonía.
En este proceso de sanación de la relación del “Yo Adulto con el Niño Interior”, tenemos que aprender a darnos lo que necesitamos, incluido todo aquello que no nos dieron cuando niños. Seremos quienes cuidemos de nuestra alma, y de esta forma, nos convertiremos en un Adulto Espiritualmente Responsable.
¡Pequeña, pero GRAN diferencia!
...