Incursión de las mujeres peruanas a los estudios universitariosю

COLEGIO NUESTRA

SEÑORA DE LA

RECONCILIACIÓN

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ASIGNATURA: HISTORIA

TEMA: LA INCURSIÓN DE LAS MUJERES A LOS ESTUDIOS UNIVERISITARIOS

ALUMNO: Fátima La Jara Aquize

GRADO: Undécimo B

AGOSTO, 2015

LA INCURSIÓN DE LAS MUJERES A LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

Durante la época colonial, la mujer estaba recluida al espacio doméstico o a la vida religiosa. Siendo consideradas frágiles siempre se las mantenía alejadas del mundo, protegidas por una figura masculina.  La formación recibida era para instruirlas como esposas y madres, sin acceso alguno a conocimientos académicos.

Con la llegada del pensamiento ilustrado se planteó la necesidad de educar a las mujeres para que estas pudiesen formar debidamente a sus hijos. Sin embargo, no se consideró la función social en el ámbito familiar y doméstico: la educación de la mujer debía dirigirse hacia el cuidado del marido y de los hijos.

Posteriormente en los años de República, el Estado – en su búsqueda por incorporar a los sectores excluidos a la ciudadanía- empezó por incluir a las mujeres en el sistema educativo, creando en 1836 la primera Escuela Normal de Mujeres del país, junto con la creación de colegios para mujeres. En 1876, majo el mandato de Manuel Pardo, se instituyó la obligatoriedad de la enseñanza primaria para niños y niñas; pero esta naciente modernización se vio interrumpida por la Guerra del Pacífico.

En estas circunstancias, las élites intelectuales del país comenzaron a reflexionar sobre las causas que llevaron al país a la precaria situación. Así, nacieron movimientos vanguardistas que empezaron a mirar críticamente a la familia y sus vínculos al interior, procurando transformar su estructura interna. Surgieron autoras ilustradas que escribieron novelas y ensayos relacionados a la condición de la mujer en la sociedad. Entre estas destacan Clorinda Matto de Turner, Mercedes Cabello de Carbonera y Teresa González de Fanning. Estas escritoras, censuraron el carácter patriarcal de la sociedad peruana, así como reclamaron por la reivindicación social de la mujer, buscando la mejora del sistema educativo.

A inicios del siglo XX, el modelo de la mujer criolla fue fuertemente criticado y, basándose en las doctrinas económicas de la época, se realizó un nuevo modelo de la mujer limeña, haciendo referencia a su capacidad intelectual y a su papel social en el progreso de la nación. La mujer se volvió parte esencial de la modernización, por lo que se advirtió la necesidad de una educación adecuada. No obstante, este progreso no concebía la idea de que la mujer pudiese desarrollarse en áreas específicas que no estuviesen relacionadas al hogar.

Esta restricción tenía diversos factores. Generalmente se hacía alusión a la incapacidad intelectual de las mujeres y la incompatibilidad con su carácter natural; puesto que en la sociedad peruana “la idea de que las funciones sociales estaban asignadas según el sexo” estaba fuertemente arraigada”.

Además se señalaba que los conocimientos académicos e intelectuales resultarían en que la mujer terminaría por desdeñar las cualidades propias de la naturaleza y “terminarían por convertirse en hombres”.

Otra idea era que si mientras la mujer podía presentar capacidad intelectual, carecía de elementos -tales como firmeza de carácter y convicción para poder tomar decisiones- para poder acceder a profesiones que no estuviesen asociadas con su “naturaleza frágil”. En estos términos, la mujer solo podía acceder a carreras afines a su naturaleza femenina tales como obstetricia, pedagogía y farmacia.

En el Perú, la vida universitaria de las mujeres comenzó en 1875 con el ingreso de Trinidad María Enríquez a la Universidad de Cuzco. Estudiar en la universidad, no garantizaba que las mujeres pudiesen recibir los grados académicos necesarios, y mucho el éxito profesional.

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