Informe de trabajo – Diprove

INFORME DE TRABAJO – DIPROVE

Introducción

Para analizar la problemática en el Perú se debe tener en cuenta los cambios sociales que impulsó este cambio a las irregularidades que hoy se conocen como el comercio ilegal de autopartes en el país. Este problema se debe a la densidad poblacional en la capital, puesto que el país se centralizó por la falta de oportunidades en las distintas provincias y el abandono de sus gobernantes. Es ahí donde hubo las dos importantes migraciones internas a la capital y con ellas hay que sumarle el terror vivido entre la década del ochenta y a fines del noventa.

En pleno incremento de los peruanos en la capital, se crearon distritos en los conos y con ellos las ganas de progresar y poder vivir como la sociedad consumista que se puede denotar en la actualidad, al ver tanta gente comenzaron a desempeñar distintos cargos para tener una vida más digna y entre ellas poder obtener cosas que las satisfagan, como una casa propia, negocios y acceso a vehículos para poder trabajar.

El problema es que los gobiernos no podían manejar al pueblo de manera eficiente, con los problemas suscitados por grupos subversivos como lo fue  el Partido Comunista Peruano – Sendero Luminoso en la década del ochenta donde agarraron más poder en la sierra central iniciando una guerra contra el gobierno del arquitecto Fernando Belaunde y después de él, estuvo Alan García que pasaba una crisis económica con una superinflación, por ende, las empresas no confiaban en que haya un libre comercio para beneficiarse de todos los peruanos, estancando la economía.

Hasta que a inicios de los años noventa un desconocido civil llamado Alberto Fujimori, después de su autogolpe en abril de 1992, privatizó muchas empresas del estado vendiéndolo a un precio subvalorado, con el propósito fomentar la economía peruana que había sido paralizada en la década anterior, es ahí cuando con arreglos de varias empresas se dio concesiones y tratando de restaurar los daños causados vinieron inversionistas y entre ellas, las empresas automotrices.

Este cambio trajo variedades de autos que antes era un lujo tener y aparecieron los autos del oriente, para ser más preciso de Corea que remplazaron a los Volkswagen alemanes en los taxis por los famosos Daewoo Tico, unos carros con diseños simples y básicos con motor menos potente y más ahorrador en combustible, de ahí vinieron grandes flotas de autos que se iban posicionando en el mercado nacional  y la gente lo preferiría por los precios y esas marcas eran Toyota, Datsun que ahora es la actual Nissan, Susuki, Honda y entre otras.

Era marcas que venían del oriente y eran más económicas que los carros europeos y estadounidenses, porque tiempo atrás la gente prefería tener autos de buena calidad y potencia. Es así como el incremento de autos en la capital creció de manera proporcional a la cantidad de peruanos que vivían en Lima.

Hasta este punto todo iba a bien, pero el tema era que los carros se vendían para todo tipo de negocios desde autos con fines empresariales, en transportes urbanos como las combis o para taxis y también flotas de camiones para el comercio de abastecimiento alimenticio, construcciones, Etc. En eso las empresas vendían los repuestos un poco elevados por los impuestos que fijaba el gobierno peruano y la demanda que tenían.

Es por eso que la gente comienza a buscar otras opciones para adquirir repuestos más económicos y fomentan la compra y venta de autopartes ilegales en Lima, es ahí cuando el gobierno busca la manera eficaz de combatir a estos comerciantes que consiguen repuestos de manera fraudulenta con actos ilícitos.

En la actualidad hay dos puntos donde se comercializan las autopartes ilegales una de ellas queda en el distrito de San Luis y es conocido por la mayoría de limeños como “San Jacinto” y el otro lugar está ubicado en Independencia conocido como “La Cincuenta”, estos dos lugares serían los destripadores de automóviles y han sido intervenidos en infinidades de casos por la Dirección de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos (Diprove) de la Policía Nacional del Perú, pero  ellos tienen una manera para poder realizar los operativos y necesitan los permisos del Ministerio Público Fiscalía de la Nación y en conjunto con las Municipalidades distritales y la Superintendencia Nacional Tributaria, entre otros para realizar las intervenciones de acuerdo a ley.

El tema es muy complejo porque clausuran los locales de venta ilegal y al paso de unos meses reapertura, con eso se demuestra que las leyes deben ser más severas porque la culpa recae sobre los comerciantes, pero el local está a nombre de un propietario alejado del tema informal, de esta manera surgen otras incógnitas, ¿Por qué los Municipios no clausuran definitivamente las zonas mencionadas donde albergan estos negocios? - ¿Las leyes en el país hasta qué punto se pueden son respetadas? - ¿Por qué permiten que al pasar un tiempo vuelvan a reaperturar estos negocios? - ¿Qué conexiones tienen las Municipalidades con respecto a estos negocios?

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