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Inventario De Pastas Verona

danielaloaiza01222 de Septiembre de 2014

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EL VOLUNTARIADO

Estamos en la vida exclusivamente para amar y para servir. El Grupo de Damas del

Voluntariado ha comprendido plenamente este lema de la existencia: amar y servir.

Ellas están sirviendo donde se las llama, en los hospitales, en los ancianatos, en los orfelinatos.

Todas las personas que tienen libres sus horas no pueden, de ningún modo, perderlas u

ocuparlas en ociosidades.

Hay una exigencia interior, implacable, de servir, de ocupar el tiempo en cosas útiles, pero

sobre todo, en prestar servicio a los desamparados.

Bellísima la obra que están realizando las Voluntarias. Están cumpliendo con el deber de la

vida; están dando un ejemplo precioso a muchas personas.

Que su servicio sea un servicio lleno de amor, de ternura, para los necesitados. Que descubran

la belleza de un hombre enfermo, la belleza de un niño abandonado, la belleza de una persona

que las necesita y que Dios se las pone en su camino, para que le hagan el bien.

El Voluntariado es uno de los inventos más lindos del mundo moderno. Antes, las mujeres no

sabían qué hacer, aparte, como decía el refrán alemán: “tener hijos, atender la cocina e ir a la

iglesia”.

Ahora han descubierto que pueden servir en los distintos voluntariados. La mujer es un poco

más de la mitad de la población. Si muchas de ellas se estimulan al servicio, se transforma toda

la sociedad y se da una nota realmente bella para todo el país.

El Voluntariado está llamado a embellecer y a perfumar a Colombia, con sus servicios, con su

ternura, con su delicadeza femenina.Texto 3

Ejemplo a favor del bien común

Hoy ha llegado el señor Presidente de la República de una eficaz y ardua faena. Nos ha dado

ejemplo, a todos los colombianos, de una lucha sin tregua a favor del bien común.

Este ejemplo lo debemos seguir en la modestia de nuestro ámbito. Debemos saber que el

tiempo es precioso en nuestra vida, que perderlo es irreparable, que el único modo de no

malgastarlo, es entregarlo al servicio del hombre.

Cuando estamos ayudando al hombre, cuando estamos sirviéndole, cuando estamos

apreciándolo, ese es el tiempo que se eterniza.

Todo lo demás es transitorio, y se marchita, menos el tiempo que consagramos al hombre.

Nuestro servicio al hombre se mezcla misteriosamente y se convierte en servicio y amor a Dios.

En la tierra no tenemos ninguna presencia visible de Dios, sino el hombre, que es signo y

sacramento divino.

Es maravilloso existir, porque podemos servir, amar y transformar. El mejoramiento de

Colombia, de nuestro pueblo, no pensemos que nos vendrá de la ayuda externa, sino de

nuestro propio esfuerzo del impulso de cada uno de nosotros, por pequeño que sea.

Lo que necesita Colombia, no son tantos dólares, como generosidad y entrega de los propios

colombianos. Lo que se requiere es nuestro trabajo, nuestra iniciativa, nuestra responsabilidad.

Hay pueblos en las provincias que vegetan en la pobreza, en la suciedad, en el abandono, tanto

en el páramo, como en las tierras cálidas. Todo, porque sus habitantes no han despertado.

Porque no hay alcalde, ni personero, ni juventud, solo hay entes. Porque ninguno se ha dado

cuenta, de lo que es trabajar, personalmente en favor de los demás. Arreglar las calles, sembrar

árboles, plantar frutales, todo eso son cosas sencillas, que las podemos hacer nosotros, sin

gastos especiales, sin la ayuda externa. Sin que intervenga el BID ni el AID, ni la Alianza para el

Progreso, pudiéramos poner pequeñas industrias con nuestros pequeños capitales.

La proeza del Señor Presidente de la República, nos debe enseñar a nosotros

...

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