LA LINARES

Dentro de una ciudad, surgen personajes que se vuelven simbólicos; que logran reflejar una identidad. Y eso es lo que consigue Iván Egüez en una novela breve pero intensa: La Linares; en la cual logra retratar no solo una época, sino también una realidad social y política, al construir un personaje que engloba y resalta los parámetros sociales de la época. Resulta destacable que el hilo conductor de la novela sea un personaje que tiene como elemento primordial su representatividad y, a su vez, que surge de las descripciones de los demás. La Linares es un personaje que se construye en base a palabras, a lo que la gente presume; un personaje que surge de una estructura social, se mantiene en contra de la misma, y muere a causa de lo insoportable que esta le resulta; un personaje que encierra un entorno y se encierra a sí mismo. Por tanto, Iván Egüez ensambla un personaje que no solo fue realizado para la novela, sino también fue construido socialmente en una época determinada del país. Es un personaje que nace sobre lo que se dice y lo que se dirá.

La gente le ha puesto un sombrero de mujer fatal (de esos con velo y mosquitos hasta la mitad de la cara seguramente), le han puesto medias nylon con línea oscura atrás y han hecho de esta línea zigzagueante, lúgubre y trepadora la imagen más lograda de su vida.

De esta manera, al ser construida socialmente, la Linares se convierte en un personaje fuerte, enérgico y muy bien definido.

Al nacer María Linares no solamente causó la oscuridad de la partera. Los quindes y guirachuros enfermaron hasta quedar desplumados, las aguas de las bateas se derramaron y el floripondio del patio empezó a oler a chivo.

Probablemente la creación de un personaje tan rico y complejo como la Linares fue el reflejo de una crítica hacia el contexto social dentro del cual se desarrolla la protagonista, paralelo a la realidad. De esta manera, la novela logra reflejar un periodo de la vida de un país y específicamente de una ciudad. Pero todos estos elementos históricos pasan a ser secundarios al momento de evidenciar la versatilidad de la novela, ya que funciona de la misma manera para aquellos que no tienen el referente y el contexto; para aquellos que desconocen que es una fiel representación periodo social -incluso Galo Plaza aparece como un personaje determinante-; para aquellos que ignoran que El Mercantil es la representación de uno de los diarios más importantes del país, y que no conocen lo ocurrido con Radio Quito, la cual fue incendiada tras la transmisión de la adaptación de La guerra de los mundos de H.G. Wells, ya que la Linares obtiene vida propia, más allá de la construcción social que viene a representar.

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