LA LUCHA CONTRA EL IMPUESTO DE LAS TOALLAS EN COLOMBIA

La lucha contra el impuesto a toallas y tampones

En el país, hay cerca de 13 millones de mujeres en edad fértil según las estadísticas, según esto estas mujeres han estado pagando lo que se ha denominado el” impuesto rosa”  definido por quienes lo denuncian como un sexismo revestido en fijación de precios.

 De acuerdo con estos impuestos no solo vemos una gran brecha de género sino que nos culpan “Quien nos mando hacer mujeres” no solo parimos, los amantamos y sufrimos un dolor intenso por nuestros cólicos, sino que ahora pagamos impuestos por el útero donde formamos muchos de los congresistas que apoyan este impuestos, Hasta el año pasado las toallas higiénicas y los tampones en Colombia tenían un gravamen de 16 %. Era un IVA que ya existía, con el agravante salarial en el cual un hombre en promedio gana mas, Las mujeres ganan el 37,4 por ciento menos que los hombres, una diferencia que se acentúa en el sector privado donde los salarios femeninos son el 50 por ciento inferiores a los masculinos, mientras que en el público la desigualdad se reduce al 10,7%, según un estudio difundido hoy por Manpower.

Al día de hoy si usted es mujer con la reforma tributaria que fue aprobada en diciembre del año pasado  usted estaba pagando el 5%  que el Gobierno logró aumentar el impuesto al valor agregado en tres puntos porcentuales, cuando en ese debate muchas de las mujeres que estaban sentadas debieron hacer que desapareciera, pero se me olvida es que de menstruación no se habla y se escandaliza solo de pronunciarla, una mancha es un sacrilegio y es mejor llamarla “regla”, me visito “Don rojas”, en Colombia nos  escandalizamos mas por algo tan natural como es la “menstruación” que por la palabra corrupción.

En Colombia partimos de la base que muchas mujeres en edad fértil se encuentran en los estratos medios bajos, y la posibilidad de comprar tampones y toallas caras no existe, lo único que existe es usar unos trapos de bayetilla doblados que usaban las abuelas,  que de seguir con estos impuestos obligarían a la mujer promedio a optar por esta solución en los estratos de extrema pobreza, con este impuesto se incentiva un problema de salud y reproducción publica el cual afectaría a las mujeres en edad fértil de estratos medios y bajos.

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