LENOCINIO

DEFINICIÓN DE LENOCINIO

toda persona que habitual o accidentalmente explote el cuerpo de otra por medio del comercio carnal, se mantenga de este comercio u obtenga de él un lucro cualquiera.

CARACTERISTICAS DEL LENOCINIO

1. Explotar el cuerpo de una persona

2.Obtener un beneficio sexual

3. Abusar de una persona menor de edad

LENOCINIO Y TRATA DE PERSONAS

En términos generales, el lenocinio tiene su esencia en el acto de mediar, entre dos o más personas, a fin de que una de ellas facilite la utilización de su cuerpo para actividades lascivas, destacando la obtención de algún beneficio en el lenón. La historia del lenocinio está íntimamente ligada al desarrollo histórico del fenómeno de la prostitución y su regulación a lo largo del tiempo. Los estudiosos suelen encontrar el origen de la prostitución en los primeros estadios de la civilización; incluso hay quienes han señalado que se trata del “oficio” más antiguo.

Así las cosas, siendo la prostitución una actividad milenaria, el derecho ha asumido históricamente tres posturas diversas ante la misma: a) estimarla como un delito, mediante la prohibición absoluta y su represión constante; b) reglamentarla administrativamente, por medio de esquemas de inscripción y control de las personas dedicadas a esta actividad; y c) mostrar indiferencia directa ante la prostitución, a reserva de reprimir enérgicamente los delitos que su ejercicio trae con frecuencia aparejados, precisamente como en el caso del lenocinio, la trata de personas, o la corrupción de menores.

La tercera opción es la tendencia más seguida actualmente. El primer sistema, ha sido abandonado paulatinamente por ineficaz, al desconocer la compleja etiología de la prostitución y por favorecer su peligroso clandestinaje; y el segundo esquema, de la regulación administrativa, ha caído igualmente en decadencia, aunque sigue vigente en diversos lugares.

En la época de la globalización, los delitos de lenocinio y trata de personas han incrementado sus efectos nocivos en el entramado social, de la mano del robustecimiento de la delincuencia organizada y sus redes internacionales. Asimismo, se ha ido agravando la idea que se tiene de este tipo de delitos, al entenderlos ya no sólo como conductas que pueden atentar contra la moral y las buenas costumbres, como se habían concebido y clasificado tradicionalmente al lenocinio, sino como un delito especialmente grave, sobre todo en el caso de la trata de personas, análogo a la esclavitud, que resulta lesivo de la dignidad humana y de diversos derechos fundamentales como la libertad, la integridad, o la propia vida.

La preocupación por prevenir, perseguir y sancionar este tipo de conductas, se ha manifestado continuamente en el ámbito internacional. Existe una gran variedad de instrumentos jurídicos internacionales que contienen normas y medidas prácticas para combatir la explotación de las personas, especialmente las mujeres y los niños. Entre los más recientes, dado en 2005, se incluye el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.

Por “trata de personas”, de acuerdo con este documento, se entiende la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

En México, está preocupación ha cristalizado en la promulgación de una Ley para prevenir y sancionar la trata de personas, dada en noviembre de 2007, en la que además de recoger un tipo penal de trata acorde al estándar internacional, se ha buscado sentar las bases de una política criminal del Estado mexicano en la materia, a través de un la elaboración y puesta en práctica

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