La Crisis Mundial Actual.

A principios del año 2009, en los Estados Unidos de Norteamérica se hizo manifiesta una crisis económica que se vislumbra desde el segundo periodo de la administración de George W. Bush, y sus efectos se hicieron sentir en el mundo entero, siendo los países subdesarrollados los que están padeciendo más esta situación. La crisis se originó principalmente en los negocios hipotecarios, que en años previos, otorgaron una importante cantidad de créditos inmobiliarios que no fueron cubiertos oportunamente por los deudores, provocando quiebras en instituciones bancarias. Se calcula que alrededor de veinte millones de familias prefirieron deshacerse de sus casas a continuar pagando sus hipotecas, a raíz de esto, los efectos se fueron trasladando a otros sectores productivos, imperando el caos y el nerviosismo en amplias áreas de la población.

Empresas que fueron emporios y símbolos de grandeza han cerrado sus puertas dejando de percibir sus ganancias y dejando sin empleo a miles de trabajadores; la industria automotriz, es un ejemplo de ello.

Esta situación ha sido tan fuerte que el gobierno norteamericano se ha visto en la necesidad de intervenir en los rescates financieros de algunos bancos como el City Group, Bank of America y otros; lo mismo ha sucedido con empresas automotrices, la General Motors, Ford y Chrysler también fueron apoyadas por el gobierno con la finalidad de que las repercusiones de esta crisis no se siguiera propagando, y así evitar los cierres de estos centros de trabajo; sin embargo, estas acciones no fueron suficientes para frenar los embates de esta recesión económica.

El rescate financiero que se hizo a los bancos y las indemnizaciones otorgadas a los ejecutivos de American Internacional Group (AIG), provocando un gran descontento en la población, por lo que criticaron estas acciones del gobierno, ‘‘No más dinero para Wall Street’’, ‘‘Que rescaten al pueblo’’, así se leía una nota periodística del diario La Jornada el 4 de abril de 2009.

Esta recesión se le atribuye también, a las fallas en los mercados, a la desregulación que existe en las políticas neoliberales donde todo se deja a que las economías se manejen por las leyes de la oferta y la demanda, lo que propicia una serie de prácticas especulativas de los capitalistas, que muchos de ellos, coludidos con políticos sin escrúpulos sólo buscan agrandar sus fortunas en detrimento de las grandes mayorías, debido a que el interés del poder económico se sustenta principalmente en la obtención de la ganancia máxima y no busca mejores condiciones de vida para la sociedad.

Estos son algunos de los factores que provocaron esta crisis económica, que por sus efectos supera a la de 1929.

Estos acontecimientos pusieron en entredicho y en una verdadera encrucijada a las políticas económicas que el gobierno norteamericano

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