La Violencia

“La violencia no es sino una expresión del miedo”

¿Se podría considerar a la violencia como un tipo de juego?

Si damos una mirada retrospectiva al pasado la violencia ha existido desde hace muchas décadas atrás, y seguirá existiendo por el simple hecho de que las personas quieren a toda costa hacer su voluntad, por esta razón el amor y la violencia, hablando con propiedad, son los opuestos polares; el amor permite al otro ser actuar con autonomía, afecto y preocupación, mientras que la violencia intenta limitar la libertad del otro, para obligarlo a actuar de la forma que ella desea, con falta de preocupación e indiferencia. En este mundo encontramos numerosos ejemplos patentes de violencia personal y ambiental, hasta el punto de que podríamos hablar de la dramática violencia que se vive cada día. La violencia tiene su base en los incendios incontrolados de la destrucción de la vida humana, la intolerancia, el racismo, la hostilidad, el terrorismo, la tortura y la guerra, no como datos teóricos, sino como hechos que están ahí y que son conocidos por los niños y los adolescentes en todo el mundo pero más en los países que han tenido guerras.

Por este motivo no se puede considerar a la violencia como una manera de juego, sino más bien como una triste y sangrienta realidad, que lo único que alberga es enfermedad, miseria y el hambre llegando a asolar grandes sectores de nuestro planeta.

Al analizar la película las tortugas también vuelan nos damos cuenta del claro ejemplo de máxima violencia que tiene como fondo este largometraje, porque se basa en la historia de un grupo de niños Islámicos que están viviendo en un periodo de guerra y que en su mayoría son huérfanos y son explotados para mantenerse, debido a que era muy difícil la adquisición de víveres básicos, estos niños viven en condiciones a nuestro parecer deplorables y más bien infrahumanas; por a su vez vemos como adquieren una gran madurez y responsabilidad a pesar de su corta edad.

En conclusión una educación inteligente tenderá a desviar estos impulsos agresivos de su propósito inicial, encauzándolos hacia el bien, donde se fomentará la lucha contra las dificultades del mundo exterior, el cumplimiento de tareas diversas en concursos donde se midan las fuerzas, y, en general, toda obra de bien, en oposición al impulso primitivo de hacer el mal.

...