La calidad de la educación en México

ENSAYO

La calidad de la educación en México no es tan buena como se desearía, es insuficiente, desigual y su calidad es incierta. La raíz de este problema viene desde el hecho de la percepción y definición que la mayoría de los docentes tiene del concepto de enseñar, muchas veces asumen su profesión como sencilla, fácil de realizar y que no implica más que un intercambio de conocimientos entre educador-educando. Sin embargo, esta profesión va aún más allá, “la tarea que desempeña un profesor es placentera y a la vez es exigente. Exige seriedad, preparación científica, preparación física, emocional, afectiva. Es una tarea que requiere de quien se compromete con ella, un gusto especial por querer bien, no solo a los otros, sino al propio proceso que ella implica. Es imposible enseñar sin ese coraje de querer bien, sin la valentía de los que insisten mil veces antes de desistir. Es imposible enseñar sin la capacidad forjada, inventada, bien cuidada de amar.”1 Es preciso, que los docentes comprendan que es una profesión en la que se deben de correr riesgos, donde uno aprende a atreverse y continúa haciendo su tarea a pesar de todo a lo que se exponen a diario, que bien sería fácil dejarla pero aun así continúan.

Como antes mencione usualmente se tiene un concepto erróneo de educación, este es el de “domesticación”, es decir, que el profesor es la máxima autoridad en el salón de clases, que el único papel que tiene el alumno es el de ir a sentarse y aceptar como verdadero todo lo que el profesor exponga, esto no es más que la educación bancaria de la que habla Paulo Freire, donde el educador conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Así, el educar se convierte en una “donación” de conocimientos  y en un instrumento de opresión porque pretende transformar la mentalidad de los educandos y no la situación en la que se encuentran.

1. Freire Paulo, Cartas a quien pretende enseñar, Siglo veintiuno editores, 2010, página 26.

Esta concepción es absolutamente natural, ya que el docente sin darse cuenta vive en una situación de opresión similar, por ejemplo, los profesores saben que el director no puede controlar a todos, pero no saben cuándo les toca ser controlados, esta es una forma cruel de opresión, los docentes dentro de su salón no pueden ser si mismos sino deben de ser lo que les dicta la autoridad.

Los docentes viven en una trampa ideológica, haciéndoles creer que lo más importante es que se preocupen por la educación de sus alumnos ¿qué clase de profesor dejaría a sus alumnos sin clases para poder luchar por sus derechos? de esta forma  ablandan  su capacidad de lucha por sus derechos. Las personas suelen menospreciar la lucha de los docentes de sus derechos, haciéndolos pasar por maestros inconscientes e insensibles, pero lo que no se dan cuenta es que aun así siguen enseñando, enseñan a sus alumnos a luchar por sus derechos, a no callar la voz.

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