La fantástica Carlos Vives

La fantástica Carlos vives

La Cartagena utópica de la canción “La fantástica” del autor Carlos Vives y Andrés Castro retrata una ciudad; liberada, revolucionaria, independentista y aparentemente perfecta, ha quedado en el olvido y la fantástica que se retrata en la canción de Carlos vives ha quedado solo en memoria, pues el deterioro social de su gente y raíces es cada día mas consumido por la corrupción, desigualdad social e inseguridad.

 La fama que tiene Cartagena se extiende por todo el mundo, al ser el puerto donde arribaron por primera vez los colonos españoles en América latina, luego de tanto crecimiento comercial y turístico se esperaría que la desigualdad social bajara, así mismo, debido a que allí habita una comunidad con raíces que sufrieron tanto racismo se esperaría que aquel pueblo se hubiera liberado del yugo esclavista, pero si a un negro se le ve bien preguntan ¿Dónde se robó eso? O ¿Qué es corroncho? Las criticas nunca faltan, en cambio, cuando se le ve a un blanco con lo mismo se exclama que es un turista o gente de familia pudiente, la policía no lo detiene a preguntarle, demostrándose así que el menosprecio o el racismo por los negros es una problemática cultural y social que aun permanece.

Lo anterior, no solo sucede en la Cartagena turística y fantástica de Vives, sino, en el pueblo liberado por Domingo Benkos Biohó del que habla el cantante, los negros que aún sienten sus raíces africanas, como son los palenqueros, siguen identificándose como una comunidad africana en tierras colombianas, en el que encuentran más seguridad y libertad.

 hablando de la libertad lograda en la época del colonialismo la lucha por el poder ha pasado de españoles de cepa a sus herederos o mestizos que lograron conservar el poder, que han sobrevivido además a los estallidos sociales y que siguen beneficiándose de la riqueza de este puerto donde la lucha por el dominio no cesa. Esta gente, se hace cada día más ricos, incluyen a extranjeros que están explotando la ciudad y el dinero que dejan las regalías de los centros turísticos o el comercio, nunca se ven en las supuestas mejoras y mantenimiento de la ciudad, así pues, estos recursos terminan en bolsillos blancos, mientras el deterioro en las calles, las inundaciones y el poco fomento de educación o generación de empleo formal por parte del gobierno es cada vez menos.

 La Cartagena fantástica, ni siquiera es la que ven muchos de los turistas, ya que, aunque muchos ven una versión super optimista de una ciudad, estos suelen ser engañados por los vendedores informales que hasta cuatriplican los precios de los productos o paquetes que ofrecen esto sin hablar de la prostitución, trata de blancas, drogadicción, inseguridad, indigencia, y una comunidad que vive en la otra cara de la ciudad en extrema pobreza, condiciones inhumanas e insalubres.

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