La hambruna en el mundo

Los desastres naturales, las guerras, los accidentes, la aparición de extraños virus, homicidios, suicidios y la proliferación de enfermedades  que se creían erradicadas, son algunas de las principales causas de mortalidad en el mundo, sin embargo, existe una en particular que ha influido de forma notoria en su incremento: la hambruna; definida esta, como la escasez generalizada de alimentos que produce malnutrición, desnutrición y por ende, epidemias. Es considerada la peor situación de inseguridad alimentaria posible, debido al impacto que produce en quienes la sufren.

Es oportuno señalar que, en el año 2017, sonaron las alarmas sobre “la crisis humanitaria más grande desde 1945” en la que unos 20 millones de personas en Yemen, Sudán del Sur, Somalia y Nigeria podían morir de hambre, lo que se traducía, para ese entonces, en  veinticuatro mil personas en riesgo de fallecer cada día. En otros países, como La India y África, ha habido hambrunas que han decidido tanto su rumbo político y como económico. Las de Irlanda, por ejemplo, obligaron a muchos de sus ciudadanos a emigrar hacia el continente americano en busca de suplir la necesidad de alimentación.

No obstante, el mencionado continente, no escapa de este suceso, puesto que, actualmente, tres países del mismo, lideran los puestos del ranking del hambre, dado que, presentan niveles mucho más altos de subalimentación, es decir, de personas que no ingieren las calorías necesarias para su actividad diaria; estos son, Bolivia (con el 19,8% de su población subalimentada), seguido por Nicaragua (16,2%) y Guatemala (15,8%).

        Cabe destacar que, a los países señalados anteriormente, se une Venezuela, pues en medio de una de sus peores crisis económicas y políticas, la carencia crónica de alimentos aumentó de 10,5% a 11,7% entre los años 2016 y 2018; según un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas y otras agencias. Sin embargo, actualmente, no hay carencias de alimentos, puesto que los comercios están bien abastecidos, pero la hiperinflación reinante, ha dejado al poder adquisitivo de los asalariados por el suelo, lo que no le permite al ciudadano común, tener acceso completo a los productos de primera necesidad que conforman la canasta alimentaria.        

        En este sentido, no existe una única causa para todas las hambrunas, dado que, cada una tiene características particulares dependiendo del contexto. No obstante, siempre suelen estar presentes ciertos factores negativos como los conflictos, la inseguridad, la falta de acceso a servicios, la pobreza extrema, la falta de comercios y los fenómenos meteorológicos extremos como la sequía permanente. En consecuencia, queda demostrado que, las hambrunas no aparecen de repente o de manera inesperada, sino tras meses de no hacer nada e ignorar las señales de intermitencia. Cada vez que se declara una hambruna, se está admitiendo que la comunidad internacional no ha sido capaz de organizarse y tomar medidas a tiempo, y que los gobiernos no han podido o no han querido actuar en función de minimizarla, o mejor aún, erradicarla.

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