La mujer. Problemática de equidad e igualdad de género

Las diversas problemáticas que padece la mujer son especialmente por las situaciones de inequidad  que se enfrenta en diversos ámbitos de la sociedad.  Tras el cambio de roles y grandes avances se ha logrado comprender la necesidad de la igualdad y equidad entre el hombre y la mujer.

Sin embargo, tampoco se puede negar que estamos muy lejos como sociedad de alcanzar una verdadera igualdad de género auténtica y no permeada de ideologías extremistas. Incluso, se registran retrocesos en algunos temas relevantes como el de papel de la mujer en las ideologías extremista, así atentando incluso en contra del respeto a las decisiones en torno a su cuerpo, o en la persistencia de las múltiples formas de violencia ejercida por ellas mismas.

La mujer ha sido reconocido en algunos sectores de la sociedad sus derechos y obligaciones, generándose ventajas en el desarrollo de la mujer, como desventajas tras el cambio de roles tradicionales que impactan no sólo a nivel social, sino personal y  familiar.

Así, uniéndose las desventajas que deben vivir las mujeres día tras día en situaciones de actividades productivas, de seguridad, en educación, en política, en la pobreza, en la violencia de sumisión o machismo en contra de ellas y en la salud.  Generándose una mayor desigualdad de género, la realidad puede cambiar pero necesita de hombres y mujeres que logren comprender y vivir en  respeto, armonía, paz y justicia, reconociéndose la importancia y necesidad del papel y roll del hombre y de la mujer.

Para cerrar las brechas de género es necesario acelerar y fomentar una sana educación igualitaria según sus condiciones en el hombre y la mujer, sin atentar a la dignidad de estos, sino su comprensión completa como persona y parte esencial de una familia, un hogar, una comunidad, un trabajo  y una sociedad.

Es fundamental incrementar la disponibilidad y la calidad de los servicios de educación y cuidado de la mujer y del hombre desde la infancia temprana, a fin de reducir aspectos que generan desigualdad fuertemente arraigada en los hogares. Los servicios eficaces y asequibles de educación, salud y cuidado a la infancia temprana facilitan la participación de las mujeres y de los hombres en la fuerza laboral y productiva en su desarrollo personal, y al mismo tiempo, dan a los niños mejores oportunidades en la fase esencial del aprendizaje. Por otro lado, se beneficiará y contribuiría al buen desarrollo del valor y papel de la mujer y del hombre en la familia, comunidad, trabajo y sociedad.

Resulta también esencial eliminar los estereotipos de género desde los núcleos familiares, educativos y sociales, al mismo tiempo que se regulen dichos estereotipos en los medios masivos de comunicación. Los medios de comunicación tienen que hacer también un mayor esfuerzo por eliminar la violencia contra la mujer y el hombre en sus programas y proporcionar información ideológica extremista que se aprovechan para fines e intereses propios.

Avanzar hacia la equidad e igualdad de género requiere también promover una mayor cultura en la educación, mediante una formación ética y laboral sobre las mujeres  y los hombres desde los distintos roles que ejercen para el mejoramiento y desarrollo de la misma persona humana, en un auténtico reconocimiento de su dignidad y valor como persona que no es determinada por el roll que ejerce, sino por su valor intrínseco e incalculable y toda la riqueza que proporciona al bien común.

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