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EQUIDAD DE GÉNERO EN LA MUJER

chaparra2512 de Septiembre de 2011

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EQUIDAD DE GÉNERO EN LA MUJER

Históricamente la diferencia entre el género humano ha sido marcada fuertemente, desde el inicio de la vida social, económica y política. Desde aquel entonces, la mujer no tenía derecho a ni a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel en la familia o en la sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada; el hombre se dedicaba al trabajo y la mujer al cuidado de la casa y de la familia.

Durante muchos años en nuestra cultura, se ha formado el principio de que las mujeres son diferentes de los hombres, inferiores y "dependientes", sustentado además en el criterio arraigado de la mujer como sexo débil y el hombre ser fuerte y agresivo. Así, las cualidades de fuerza y vigor se suelen asignar al género masculino, mientras que la belleza y sensualidad, al género femenino.

Ahora en la actualidad la mujer ocupa un lugar muy importante en la sociedad, ya que ahora es tratada con dignidad e igualdad, y gracias a eso la mujer actual tiene muchos logros y participación en la sociedad actual como es el de participar en la política en elecciones (voto electoral) pero no solo votando sino también siendo a la vez candidata, también tiene grandes logros en el ámbito deportito, cantante, abogado en si en todas las profesiones. Pero aunque la forma de pensar de la sociedad actual ha cambiado todavía aun, existen personas las cuales siguen discriminando a la mujer.

El concepto de equidad está vinculado a la justicia, imparcialidad e igualdad social. El género, por otra parte, es una clase o tipo que permite agrupar a los seres que tienen uno o varios caracteres comunes.

Se conoce equidad de género a la defensa de la igualdad del hombre y la mujer en el control y el uso de los bienes y servicios de la sociedad. Esto supone abolir la discriminación entre ambos sexos y que no se privilegie al hombre en ningún aspecto de la vida social, tal como era frecuente hace algunas décadas en la mayoría de las sociedades occidentales.

La equidad de género consiste en estandarizar las oportunidades existentes para repartirlas de manera justa entre ambos sexos. Los hombres y las mujeres deben contar con las mismas oportunidades de desarrollo. El Estado, por lo tanto, tiene que garantizar que los recursos sean asignados de manera simétrica.

Una mujer no debe obtener menos que un hombre ante un mismo trabajo. Cualquier persona debe ganar lo que propio de acuerdo a sus méritos y no puede ser favorecida en perjuicio del prójimo. Un hombre y una mujer deben recibir la misma remuneración ante un mismo trabajo que contemple idénticas obligaciones y responsabilidades.

Esta situación de equidad debe alcanzarse sin descuidar las características de género. Las mujeres, por ejemplo, tienen derecho a una extensa licencia por maternidad, mientras que la licencia por paternidad es más breve. En este caso, se atiende a las cuestiones biológicas y se realiza una discriminación positiva entre ambos sexos.

Actualmente, la discriminación de géneros se puede observar en la violencia cotidiana hacia las mujeres, la discriminación laboral, la falta de acceso a ciertas posiciones laborales, a la educación, a la propiedad privada, etc.

El término "sexo" se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, por ejemplo diferencias en la contextura física, mientras que el término "género" se refiere a las funciones y derechos definidos por la sociedad. Mientras que las diferencias de sexo no cambian con el tiempo, las diferencias de género sí lo hacen a medida que las sociedades evolucionan, obtienen más conocimientos y se desarrollan. Las diferencias de género están relacionadas con las diferencias de sexo, en el sentido que las diferencias biológicas, por ejemplo la diferencia de fuerza física, colocó históricamente a la mujer en una situación de inferioridad física y de menor poder en las sociedades primitivas, lo que generó la discriminación de género.

Las diferencias físicas entre el hombre y la mujer llevaron a las sociedades primitivas a organizaciones sociales en las que la mujer no estaba en una situación de equidad en relación al hombre, con menos derechos en la vida familiar, económica y política. La opinión de la mujer era considerada inferior, y usualmente se consideraba que la mujer debía obedecer las órdenes de su pareja.

Esto comportamientos se fueron transmitiendo a través de las generaciones. Sin embargo, con el paso del tiempo, la idea de las capacidades inferiores de la mujer fueron rebatidas por el avance en el conocimiento; se demostró y comprobó que, si bien existen diferencias entre hombres y mujeres, estas no implican una inferioridad de capacidades, sino que el sexo no es determinante de la eficiencia o la eficacia de las personas en los diversos ámbitos de la vida social, política, familiar y laboral.

TRABAJO

Mucho se habla sobre si la mujer debe trabajar o no e incluso hay algunos que dicen que la mujer nació para quedarse en casa y no trabajar pero que es lo que algunos parece no saben ¨la mujer siempre trabajó.

A muchos al parecer se les olvida que el trabajo en caso es eso un trabajo también el cual está lleno de responsabilidades tanto morales como físicas, pues las mujeres son prácticamente las que mantienen una estabilidad en casa y muchas veces no es solo moral si no económicamente también.

La equidad de género supone que los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de las mujeres y los hombres se consideren, valoren y promuevan de igual manera. Esto no significa que ellas y ellos deban convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de si han nacido hombres o mujeres; implica que todos los seres humanos enfrenten condiciones similares para desarrollar sus capacidades personales y para tomar decisiones. La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres es reglamentaria del Artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece: "...El varón y la mujer son iguales ante la ley"

En un ambiente laboral donde el individuo es clasificado por sus capacidades intelectuales o nivel de desempeño en base a su poder de raciocinio, no es de sorprender que se incluya por igual a hombres y mujeres, ya que fisiológicamente no existe diferencia alguna en este rubro, y se limita únicamente a sus meritos y no a factores determinados por el sexo, es menester pues, que se implementen los mecanismos, legales, sociales y culturales, en áreas laborales como: reclutamiento y selección, capacitación, desarrollo profesional, vida familiar y laboral.

La Equidad de género conlleva a la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, es aceptar que todos y todas tenemos derechos, lo ideal es buscar un equilibrio en el que ninguna de las partes se beneficie de manera injusta. Tanto hombres como mujeres, deberán tener garantizada la igualdad de oportunidad de demostrar sus meritos y capacidades, sin detrimento o perjuicio del otro sexo.

La liberación de las mujeres y su salida al espacio social ha impactado la vida pública y privada. Estos cambios, unidos al impacto tecnológico en el quehacer doméstico, a la mayor ocupación e independencia de los hijos fuera del hogar, a la disminución del número de éstos y las mayores posibilidades para la incorporación social

En todas las sociedades, las mujeres y los hombres desempeñan ocupaciones diferentes y asumen diversas responsabilidades en las actividades del hogar, en el caso de la mujer, el trabajo y la familia siempre están vinculadas entre sí y gran parte de sus labores no son retribuidas monetariamente, aún cuando sean tareas productivas. Por su parte, el hombre suele desempeñar un papel marginal en las labores domésticas, ya que en teoría es a él a quién le corresponde realizar el trabajo retribuido fuera del hogar.

Las disparidades existentes entre mujeres y hombres en cuanto al acceso a los recursos económicos, crédito y tierra incluidos, y al ejercicio del poder y a la participación en las instancias ejecutivas limitan las posibilidades de autonomía económica de la mujer, impidiéndole de esta forma, asegurar un mejor nivel de vida para sí misma y quienes de ella dependen. El acceso restringido de la mujer a los recursos productivos ocasiona un impacto negativo sobre la productividad del trabajo femenino.

En los sectores no-agrícolas, también se suele discriminar a la mujer bien sea en las ocupaciones que desempeña, las categorías profesionales a las que pertenece o bien, en las posibilidades de desarrollo y crecimiento profesional. Si bien en los últimos 20 años la participación de la mujer en las actividades económicas ha aumentado en la mayoría de las regiones del mundo, ellas aún siguen realizando trabajos de menor nivel, percibiendo salarios más bajos y teniendo oportunidades de promoción más escasas.

La mujer se enfrenta a varias desventajas en el mercado de trabajo. Además de afrontar los prejuicios de género prevalecientes, tiene que conciliar su papel de ama de casa con su rol de agente económico productivo. Ello con frecuencia condiciona su categoría profesional, la organización y duración de la jornada laboral y sus niveles de salario

FAMILIA

La mujer ha ocupado como regla general una posición subordinada con respecto al hombre en las sociedades anteriores a la actual. Esta posición secundaria se ha visto ligada también a una determinada estructura familiar que diferenciaba los roles de género.

Es evidente que nuestra sociedad a lo largo de su historia

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