La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público, ¿Es esta una condición real?

La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público, ¿Es esta una condición real?

Dado que en el poder público, en la mayoría de las ocasiones no hay un interés colectivo de beneficios y apoyo para el pueblo, sino que por el contrario, esos intereses son de carácter individual y de conveniencias para unos pocos, se puede considerar la idea de que esta condición que se afirma en la Constitución Política de Colombia no es verdadera ni mucho menos real.

Los intereses políticos van más allá de un apoyo para el pueblo, no solo desde la cabeza del mandato sino que los mismos representantes del pueblo caen en la mentalidad ambiciosa no solo de poder sino también de los recursos monetarios y económicos de los cuales se ven beneficiados, dejando así de lado el apoyo para un pueblo, y la guía para lograr una comunidad equitativa, justa, y rica en valores, con la posibilidad de dar oportunidades como estudio y vivienda para lograr una calidad de vida lo suficientemente sostenible como para no ver lo que vemos hoy en día como lo es, la pobreza extrema, jóvenes sin educación, arrebato de las tierras de campesinos y desplazados por la violencia.

El fin de esta ley, era que todos los representantes de nuestro pueblo fueran los voceros para luchar por una mejor condición de vida más justa y tuviéramos una vida equitativa basada en igualdad para todos lo cual es cosnternante puesto que es todo lo opuesto lo que está sucediendo y a diario nos estrellamos con nuevas noticias de injusticias en nuestro país.

Finalmente queremos dejar al lado de esta opinión el aporte que hace el autor de la constitución de Argentina de 1853 Juan Bautista Alberdi al decir: “La soberanía reside en el pueblo, pero el pueblo no es soberano de mi libertad, ni de mi inteligencia, ni de mis bienes, ni de mi persona, que tengo de la mano de Dios; sino por el contrario, no tiene soberanía sino para impedir que se me prive de mi libertad, de mis bienes, de mi persona. De modo que cuando el pueblo o sus representantes, en vez de cumplir con ese deber, son los primeros en violarlos, no son criminales únicamente, sino también perjuros y traidores.”

BILBIOGRAFIA:

• http://www.principiosliberales.com/view/2

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