Los conflictos culturales en América Latina
Arrachera DeluxeEnsayo24 de Septiembre de 2019
740 Palabras (3 Páginas)299 Visitas
Los conflictos culturales en América Latina.
Considero que a lo largo del bloque se pudo observar que el continente latinoamericano tiene debilidades crónicas en sus instituciones, así como niveles de desigualdad económica sobresalientes, un terreno fértil para la producción de mecanismos de desigualdad cultural igual de crónicos.
La conflictividad cultural es más reciente, e incluye conflictos ideológico-políticos, demandas por seguridad ciudadana, recursos naturales y medioambiente, derechos humanos, valores, creencias e identidades, y género. Los jóvenes parecen tener un papel clave como sujetos de la movilización y productores de nuevas demandas culturales, las cuales considero se potencian con el uso de las tecnologías TIC y son generadas por la frustración de expectativas y la desconfianza institucional. Las mujeres también son actores clave en los conflictos culturales, ya que la violencia contra la mujer constituye un rasgo estructural en la práctica cotidiana de las mentalidades machistas típicas de la región. Si bien estas tensiones se expresan y reconocen poco en el espacio público, poseen un potencial de cambio cultural y estratégico para las sociedades modernas, en especial por el papel propositivo que las mujeres y los jóvenes pueden jugar en la política y en la sociedad como promotores de cambio y justicia.
Considero que en general, las demandas culturales abogan por el reconocimiento o fortalecimiento de las identidades de los actores y ciertos niveles de calidad de vida, apuntando indirectamente hacia los derechos y el concepto de ciudadanía cultural. Se expresa la necesidad de afirmar una sociabilización que redefina las relaciones sociales y posea condiciones de seguridad aceptables. Hay una pregunta que considero queda sin respuesta: ¿la fragmentación de estas demandas puede permitir alguna forma de comunicación entre los distintos actores? ¿O es un obstáculo para la creación de proyectos de cambio social más incluyentes y generalizados? A pesar de que los conflictos culturales en todas sus variantes son menos numerosos respecto de otros campos de conflicto, poseen una repercusión sistémica muy alta, sobre todo gracias al papel que la cultura está adquiriendo en el nuevo contexto globalizado latinoamericano. Un elemento a destacar es el potencial de las demandas relacionadas con el medio ambiente, vinculado con la influencia del debate internacional sobre el cambio climático en la lucha local.
Los conflictos culturales son incubadoras de riesgos, pero a la vez un instrumento de medición del nivel de democracia y pluralismo de una sociedad. Hay una necesidad de repensar el concepto mismo de democracia hacia una dimensión más deliberativa, plural y participativa. Tanto la democracia liberal como los nacionalismos, que son tradiciones típicas de América Latina, y han fracasado en el reconocimiento de la legitimidad de los actores sociales y sus demandas, tendiendo a imponer agendas públicas sin escuchar ni tomar en cuenta los problemas reales de las sociedades.
Tal vez por eso los patrones de desigualdad cultural se han mantenido fuertes hasta la fecha. No hay mejor forma de avanzar en la superación de la desigualdad que reconocer la interculturalidad de nuestras sociedades.
Podemos concluir que cuando hay incapacidad institucional para resolver conflictos, la gente, sobre todo como sujetos individuales, no se rinde, sino que trata de encontrar respuesta a sus demandas ocupando la calle y generando confrontaciones potencialmente violentas. Las causas últimas serían las debilidades jurídico-institucionales y, por otra parte, la baja calidad de la vida cotidiana y los patrones estructurales de desigualdad con raíces culturales. Estos factores muchas veces no son estimados por los medios de comunicación, que tienden a culpabilizar a los actores involucrados de manera directa en el conflicto (los grupos y los individuos), sin analizar las necesidades en las que se fundan las movilizaciones, las fallas institucionales en los procesos de negociación entre Estado y sociedad civil para un cambio social efectivo ni el patrón de crecimiento que afecta la calidad de vida de las personas. En la medida en que estos conflictos se expresen en un espacio público, se den niveles de deliberación de los actores en su conjunto, se construya de manera progresiva una interculturalidad que fortalezca el pluralismo democrático y se asiente la idea de que la democracia es un orden conflictivo, la potencialidad de avanzar en términos de calidad de vida y de transformación cultural también aumenta. En otras palabras, estos conflictos representan riesgos, pero constituyen también un barómetro del nivel de democracia y pluralismo de la sociedad.
...