Los diferentes géneros

Creo es sencillo comprender lo que es la homosexualidad y la bisexualidad, especialmente en nuestra época actual. Ambos términos y sus significados han comenzado a incorporarse en la vida cotidiana, hasta el punto en que dejan de sentirse tan extraños o amenazadores.

No sucede lo mismo con el término transgénero. Ser transgénero significa que tu identidad de género no es compatible con tu sexo. Género y sexo no significan lo mismo. Nuestro género se refiere a si actuamos de la forma en la que tradicionalmente actúa un hombre o una mujer (cómo hablamos, cómo nos vestimos, cómo jugamos, lo que nos gusta, etc.). El género se denomina en términos de masculinidad y femineidad. En cambio, nuestro sexo se refiere a si tenemos la anatomía y fisiología propias de un hombre o de una mujer (pene, testículos, vagina, senos, etc.). El sexo simplemente se denomina como ser hombre o mujer. Es decir, una persona transgénero pudo haber venido al mundo con el sexo “hombre”, pero su identidad de género se ubica en la femineidad, y por lo tanto decide actuar y presentarse como mujer. La transexualidad se deriva del transgénero, y significa que la persona ha comenzado a cambiar su cuerpo por medio de terapia hormonal y cirugía plástica para que su género y su sexo estén en sincronía.

La intersexualidad, anteriormente conocida como ser “hermafrodita”, se refiere a haber nacido con rasgos sexuales de ambos sexos (hombre y mujer). La intersexualidad es muy poco común y no significa tener un pene y una vagina al mismo tiempo, porque lo que nos hace hombres y mujeres no se reduce a esos órganos.

¿Por qué existe la transexualidad y el transgénero? En primer lugar, no es una enfermedad, ni física ni mental. Existe un trastorno mental llamado disforia de género y significa que la persona siente un malestar exagerado debido a que su identidad de género (masculinidad o femineidad) no corresponde con su sexo (hombre o mujer). Si la persona transgénero NO siente malestar, entonces NO existe ninguna enfermedad.

No existe una explicación completa de cómo surge la homosexualidad, la bisexualidad y el transgénero, pero la comunidad médica se ha alejado completamente de las creencias de que existe algo malo (anatómicamente, fisiológicamente o psicológicamente) con la comunidad LGBT. Tanto las creencias religiosas como la misma ciencia han fomentado la discriminación en el pasado, pero esas ideas han cambiado mucho en las últimas décadas y ahora se está tratando de reparar el daño. Por siglos, se creyó que la “raza” era algo real y que las personas blancas y negras eran realmente diferentes, y ahora sabemos que la raza no existe. El ser humano puede tener muchas apariencias distintas, muchos gustos distintos e incluso puede que quiera comportarse como niña a pesar de que nació varón. Creer que el ser humano tiene que seguir un solo molde de conducta no es nada más que una opinión social, no científica ni biológica. El ser humano tiene el hábito de querer simplificar las cosas para que sea más fácil digerirlas, y eso implica que también se querrá simplificar a sí mismo, lo cual es un error. Nadie se beneficia de la discriminación. Es más fácil aceptar que existen matices y puntos medios y tratar de entenderlos, porque de esta forma nadie sale perjudicado.

Ser gay, lesbiana, bisexual o transgénero no es una decisión y se debe a una combinación de tus experiencias de vida, tu desarrollo físico y tus genes. Y no porque algo "salió mal", simplemente tomó un rumbo diferente. ¿Es malo? No, porque nadie de la comunidad LGBT tiene malas intenciones simplemente por su orientación sexual o su identidad de género, así como nadie tiene malas intenciones simplemente por tener piel clara o oscura.

En el pasado también se creía que las mujeres eran inferiores que los hombres. Menos

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