Los héroes olvidados de la Independencia
joan.manuel1975Trabajo25 de Enero de 2019
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LOS HÉROES OLVIDADOS DE LA INDEPENDENCIA
EL PAPEL DE INDÍGENAS, MESTIZOS Y NEGROS EN LA GESTA LIBERTADORA
LOS HÉROS OLVIDADOS DE LA INDEPENDENCIA
EL PAPEL DE INDÍGENAS, MESTIZOS Y NEGROS EN LA GESTA LIBERTADORA
PROYECTO BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA
JOAN MANUEL MADRID HINCAPIÉ
ÁREA CIENCIAS SOCIALES Y COMPRENSIÓN POLÍTICA
COLEGIO SEMINARIO MENOR JUAN PABLO II
GIRARDOTA
ANTIOQUIA
2010
CONTENIDO
PRESENTACIÓN
1. LOS INDÍGENAS 7
1.1. La América aborigen 7
1.2. El antes de la “Conquista” 8
1.3. El maremágnum conquistador 9
1.4. Una letanía llamada “Colonia” 11
1.5. La privatización de la tierra 13
2. LOS NEGROS 17
2.1. La llegada 17
2.2. La “condición social” negra 18
2.3. Los palenques 20
3. MESTIZOS Y CRIOLLOS 21
3.1. Las realidades 21
3.2. La gestación de los conflictos 22
4. LA GOTA QUE REBOZÓ LA COPA 25
4.1. La insurrección comunera 26
4.1.1. Las medidas 27
4.1.2. El estallido 27
4.1.3. Un líder popular de humilde cuna 29
4.1.4. Los ideales galanistas 30
4.15. El fin de la iniciativa 31
5. UN SIMILAR CAPÍTULO CON “DISTINTOS” INTERESES 33
5.1. El papel de las clases populares en la gesta independentista 33
5.2. Los procesos de reclutamiento 35
5.3. La participación popular 36
6. UNA —NO PEDIDA— REFLEXIÓN: Otro héroe olvidado 39
7. LA MIRADA 41
BIBLIOGRAFÍA 42
PRESENTACIÓN
Sea cual sea su interés, la historia puede convertirse en una obra caricaturesca que viste de “heroísmo” las acciones más incipientes o llamar “traición” a los actos más inteligentes que marcaron una huella en el destino de toda una Nación. Ese es el propósito de este trabajo, dejar por un momento las tradicionales lecciones patrióticas de quienes con sus frases y sus habilidades para dirigir un ejército, consiguieron la libertad de un país que —en la actualidad— aún sigue atado a otro tipo de esclavitud, mientras las diferencias sociales de una población que fue estigmatizada por aquéllos “puros de su sangre”, se convirtieron en uno de los tantos motivos para tomar las armas y conseguir el reconocimiento a la igualdad.
De esta manera y con motivo de la celebración del Bicentenario de la Independencia, el Colegio Seminario Juan Pablo II pretende con este documento, generar un espacio para la reflexión donde se aborden las condiciones sociales de quienes conformaron la base de las tropas neogranadinas y a partir de allí, se les brinde el suficiente interés a los indígenas, mestizos y negros que hicieron parte de un contexto político, pero que en el transcurso de los años, se ha apostado por dejarlos sumidos en el olvido o en los libros que ya nadie se atreve a leer.
Aunado a ello, se considera que es pertinente problematizar la actual coyuntura de una celebración que ha alcanzado sus 200 años. Dicho de otro modo, no debe seguirse pignorando una realidad mediada desde una sola versión de los acontecimientos. Al contrario, vale la pena recordar que la historia, esa construcción social que intenta reunir en una sola narrativa todas las interpretaciones y todos los hechos en sus distintas significaciones, debe entenderse como esa bitácora de la memoria, como el derrotero que enseña el sinnúmero de sus legados, los cuales, al ser matizados por sus herederos, sencillamente forman, humildemente guían e inteligentemente cambian rumbos.
En resumidas cuentas, se aspira de manera un poco ambiciosa abordar un tema que en esta ocasión se hace desde una perspectiva muy general pero que igualmente intenta develar una situación, no sólo desde el sentido crítico, sino además, desde una mirada prospectiva la cual pueda ser retomada y profundizada posteriormente por quienes estén de alguna manera interesados en explorar esos pasajes “oscuros” de la vida nacional y por supuesto, por todos los catedráticos, docentes y maestros que siguen inmersos en la ignominia teórica de la educación. Y que mejor oportunidad que esta, la conmemoración del segundo centenario de la emancipación granadina.
- LOS INDÍGENAS
- La América aborigen
De acuerdo con los planteamientos de algunos estudiosos del tema, hasta el momento no hay un acuerdo sobre el número exacto de la población aborigen que residía en el continente antes de la llegada de los españoles, ya que para algunos (Friede, 1979; Reichel Dolmatoff 1998), dichas cifras no alcanzaron los 100 millones de habitantes en las regiones más desarrolladas, mientras para otros (Restrepo, 1895, Restrepo Tirado, 1892), en las zonas más atrasadas tal número apenas bordeó los 3’500.000 habitantes.
Sin embargo, lo cierto del caso es que el territorio recién conquistado contaba con una considerable variedad de diferencias étnicas las cuales habían afirmado en el transcurso del tiempo, un importante conjunto de símbolos, tradiciones, costumbres, artes, conocimientos y saberes que paulatinamente fueron ignorados y menospreciados hasta el punto de ser vistos como “una amenaza que debía destruirse” (Gómez, 2005). Circunstancia que desde este punto de vista corrobora los intereses de unos expedicionarios que buscaban satisfacer entre otras cosas, su sed de riqueza y dominación, argumentada en una notoria ínfula de superioridad.
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