Lucha Libre

ya nos aproximábamos a llegar a la arena una ligera llovizna cubría las calles aledañas al lugar, caminado ya llegaba el olor a cemita y los comerciantes empezaban a preparar sus productos para venderlos, otros estaban llegando apenas.

En la entrada ya se encontraba gente comparando apenas sus entradas, familias y nuestros compañeros de la escuela de comunicación y ciencias humanas a los cuales saludamos y empezábamos a mirar hacia los lados para ver quien ya había llegado, pasaron como 10 minutos y no sabíamos si entrar o esperar porque cabe resaltar que el profesor que nos había citado a las 8 de la noche aun no llegaba, en la espera empezaron a llegar los luchadores que para mi no son tan conocidos, los cuales llegaban y se tomaban fotos con la gente que se las pedía.

De repente ya había mas gente esperando para entrar y dando como 8:30 llego el profesor al cual todos recibimos con las ya habituales palabras de “haber a que hora” nos empezamos a formar para entrar ya que algunos compañeros les tocaba en la porra técnica y a nosotros en la porra ruda. Al entrar la típica revisión de la seguridad de la arena, una ves que pase la revisión que tan solo lleva unos segundos, tome a mi novia de la mano y nos encaminamos a buscar un lugar donde pudiéramos ver bien, en el cual con cuidado y despacio caminábamos porque estaba oscuro al encontrar para nuestro gusto un buen lugar, no fue tan difícil ya que de ese lado y hasta abajo donde se encuentra la división de el alambrado con el área de las butacas, para mi opinión teníamos un buen lugar, se podía observar bien el cuadrilátero y el pasillo donde salen los luchadores así como la escenografía del mismo, aun no comenzaba el evento y mis compañeros empezaban a pedir cervezas y otros mas empezaban a gritarle a nuestros compañeros y al profesor que estaban donde se ubican la gente técnica.

En las gradas estaba observando el ring, la salida y las luces de colores que estaban probando cuando de repente paso el sr que vende empanadas y pues no aguante la tentación y compre una antes de que empezaran a luchar, de repente se encendieron las luces y salió el anunciador, mis amigas le estaban gritando “papacito” yo solo me reía de lo que estaban gritando.

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