Migraciones

LA MIGRACION

Un fenómeno constante

Millones de personas se desplazan en todo el mundo, algunos más obligados que otros, pero lo cierto es que en su gran mayoría tienen la ilusión de una vida mejor. En este trabajo podremos ver como se ha ido desarrollando este fenómeno a lo largo de la historia para intentar responder algunas preguntas que surgen del primer análisis.

Por qué se desplazan los grupos humanos? Qué motivos llevan a una persona a abandonarlo todo, por poco o mucho que sea, para radicarse en otro lugar?

Quienes salen beneficiados y quienes no en estos movimientos humanos que afectan a todo el planeta?

Son los propios países los que expulsan a sus habitantes? Este asentamiento, a veces legal y muchas otras ilegal, beneficia a quienes los países receptores?

Con poca información real y estadística, teniendo en cuenta una de las características principales de este fenómeno, la ilegalidad, abordaré a nivel internacional y específicamente regional que pasa con los migrantes.

DEFINICIONES

La Real Academia española define a la migración como el “desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales”.

Esta definición que parece tan simple es uno de los temas de mayor preocupación de los países occidentales, en todos sus aspectos, sociales, políticos, económicos y de derechos humanos.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), órgano intergubernamental con 132 países miembros y 17 países observadores, considera que la migración internacional es “una de las cuestiones mundiales definitorias a comienzos del siglo XXI”.

Las Naciones Unidas definen al migrante como alguien que ha residido en un país extranjero durante más de un año independientemente de las causas de su traslado, sea voluntario o involuntario; o de los medios utilizados, sean legales o no; las personas que viven en otro país sin autorización o sin documentación son considerados “migrantes irregulares”, mientras que los que han sido introducidos mediante contrabando o han sido objeto de trata de un país a otro son considerados “migrantes ilegales”.

UN POCO DE HISTORIA

Si hablamos de desplazamientos tenemos que ir al mismo origen de la historia de la humanidad.

Este proceso de migración constante era la condición natural de vida de las sociedades tribales originarias. La migración desde África hacia Asia y luego el resto del mundo se inició hace unos 70.000 años y nunca dejó de estar en marcha.

Fueron grandes movimientos culturales, económicos, geográficos y políticos que dieron origen a desplazamientos en masa de la población, algunos espontáneos y otros forzados.

La expansión de la humanidad se inició en la prehistoria logrando alcanzar todas las regiones habitables. Hace unos 9000 años la Revolución neolítica, que consistió básicamente en el desarrollo de la agricultura bajo riego, trajo consigo un desplazamiento enorme de la población en los continentes africano y asiático primero y europeo y americano después, en el que millones de personas abandonaron su modo de vida nómade para hacerse asentarse definitivamente en un lugar.

En la Grecia, Cartago y Roma de la antigüedad, se organizaban flujos emigratorios para expandir el comercio de la metrópoli, para lo cual creaban nuevas colonias.

Durante la Edad Media, Europa fue testigo de tres procesos migratorios masivos: las invasiones bárbaras, la expansión del islam y la formación del Imperio Bizantino.

En el siglo XIV, en los comienzos de la Edad Moderna, con los viajes de descubrimiento, la formación de imperios de ultramar, la colonización de otros continentes y países por parte de los europeos dieron lugar a desplazamientos masivos que al mismo tiempo originaron una despoblación en muchos países europeos `pero que sirvieron para crear otros nuevos, sobre todo en América. Por su parte la ocupación progresiva de América del Norte por parte de españoles, franceses e ingleses se hizo mas intensa a partir del descubrimiento de oro y plata en el oeste del territorio hacia 1948. Pero esta ocupación tuvo características muy distintas a la expansión colonial en Hispanoamérica en la época colonial.

En la segunda mitad del siglo XIX, Europa se vio profundamente transformada por dos revoluciones, la industrial y la francesa, que originaron un gran crecimiento demográfico.

La tecnología surgida con la revolución industrial, permitió que los recursos se independizaran de las catástrofes naturales. Se produjeron mayor cantidad de alimentos y progresó la medicina, cuya consecuencia fue la disminución de la tasa de mortalidad.

La gente comenzó a movilizarse con mayor facilidad gracias a los ferrocarriles y a la navegación a vapor. Por esa razón, la gente comenzó a trasladarse hacia lugares que les permitieran obtener trabajo y mejores condiciones de vida.

Primero los desplazamientos se produjeron dentro del continente europeo, pero luego se produjo la migración ultramarina, que los llevó a afincarse en otros países no europeos, como Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina, Australia y Nueva Zelanda.

Durante lo que se llamó la gran emigración europea que se dio entre 1800 y 1950, millones de pobladores se asentaron básicamente en América y Australia.

Tras el final de la Segunda guerra Mundial la necesidad de mano de obra hizo que varios gobiernos europeos implementaran medidas que abrieron paulatinamente sus sistemas para acoger a trabajadores provenientes, en un principio, de otros estados europeos menos desarrollados, como Portugal y España o con sobrepoblación como el caso de Italia, que se dirigieron principalmente a Alemania y Francia.

Este último tuvo entre 1920 y 1960 grandes olas inmigratorias.

Es difícil establecer el origen de los inmigrantes en la Unión Europea ya que ha variado de una década a otra. En las décadas del 50 y 60, la inmigración provino de África y Turquía, después fueron los asiáticos los que se desplazaron a Europa, principalmente chinos.

LA MIGRACION EN EL MUNDO HOY

En los últimos años son los latinoamericanos, especialmente colombianos y ecuatorianos los que llegan masivamente a la UE y en particular a España que en 2007 se convirtió en el estado comunitario con la mayor tasa de inmigración del continente, con el 10 %, seguido por Francia (9,6%), Alemania (8,9%) y Reino Unido (8,1%)

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