México En El Espejo

MÉXICO EN EL ESPEJO

Estados Unidos Mexicanos es el nombre del país tercermundista dueño de una rica cultura, una mega diversidad y de un sin fin de cualidades por las que más de una vez ha sido el blanco de los ojos extranjeros, sin embargo no es del todo cierto que sólo por este tipo de cualidades se le haya señalado, sino también por los grandes problemas sociales que en él habitan.

La lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado acaparan buena parte de la atención, la administración de los órganos que nos representan, la economía decadente a la cual estamos sometidos y sin duda alguna, por el racismo al que nos enfrentamos día a día.

Los países del mundo, han hablado durante mucho tiempo sobre nosotros los mexicanos de una forma denigrante, tomándonos siempre como los corruptos, los 'flojos', los narcotraficantes o bien con el típico estereotipo de rancheros en trajes de mariachi, bigotudos por excelencia y adictos al alcohol; inclusive después de la llamada pandemia por la influenza AH1N1, se nos ha discriminado aún más ya que somos sucios y estamos llenos de enfermedades contagiosas por lo que hasta los países con los que alguna vez México ha sido solidario, nos han cerrado las puertas, llegando más que a un racismo, a un grado de xenofobia bastante grave.

La mala imagen de México en el mundo afecta la economía del país sin duda, los extranjeros ven en nuestro país un sinónimo de romper las reglas sin castigo alguno, en el que hay que cuidarse por la violencia a la que sus habitantes están sometidos y que ellos mismos ejercen; ven en México un país que al igual que muchos otros, tienen una mala administración.

El problema aquí es que en realidad, si queremos que los extranjeros dejen de mirar hacia las cosas malas y se centren en la riqueza de nuestra cultura, en los magníficos espacios de los que somos dueños y se den cuenta de la grandeza de su gente, tenemos que empezar el cambio en nosotros mismos, ya que no podemos quejarnos por ser víctimas de la discriminación cuando somos los primeros en ejercerla y no sólo con países vecinos o lejanos, sino también, entre propios conciudadanos.

En la sociedad mexicana, imperan grandes desigualdades sociales, los derechos de los ciudadanos no se miden con el mismo nivel. Los derechos de los indígenas, campesinos, obreros, empleados, y en general de ciudadanos pertenecientes a los grupos más desprotegidos, son violados cotidianamente, y en esos casos las instituciones encargadas incumplen su función o proceden con lentitud.

Los mexicanos necesitamos analizar nuestras raíces, no sentirnos ajenos a nuestra cultura y no empezar a valorar a la gente por lo que tiene o carece, o por su apariencia, por el color de su piel o la finura de sus rasgos, debemos aprender que las cosas materiales no nos hacen mejores a unos que a otros... que las creencias deben ser respetadas y las preferencias de todo tipo deben ser mediadas por una tolerancia participativa. Demostrar afinidad con las naciones con las que podemos compartir ciertos rasgos, con los países latinos por ejemplo, no quejarnos del racismo que se nos tiene por parte de Estados Unidos, cuando nosotros discriminamos a nuestros vecinos sureños. Debemos demostrar no sólo al extranjero, sino a nosotros mismos, que somos una nación porque además de compartir un territorio, nos reconocemos en una cultura pluralmente formada.

Fuentes:

Alzati Calderón, Enrique; et al. ‘Un México para todos’, Editorial Planeta Mexicana; México D.F, 2005.

...